En la misiva, el presidente transmite a Rajoy que el pueblo canario se siente humillado por la política que lleva a cabo el Partido Popular.
Explica que durante cinco siglos se ha trabajado para que la relación entre el Estado y las Islas fortalezca al archipiélago. Se ha trabajado -dice el presidente literalmente- "en el desarrollo productivo del archipiélago y de su ubicación atlántica, dándole un mayor impulso a las políticas económicas y fiscales específicas".
Rivero recuerda que cuando no se ha trabajado en esa dirección, se ha lastrado el progreso y el bienestar de los canarios.
Paulino Rivero asegura que "los ejemplos son innumerables. La historia demuestra que cuando, por acción u omisión, el Reino de España ha desatendido las singularidades que marcan nuestra realidad económica y fiscal, se ha lastrado el progreso y bienestar de los canarios. A la vista está, la experiencia acumulada durante siglos anuncia que, llegados al momento presente, caso de romper el Gobierno de España el pacto institucional de referencia, se abrirá un escenario de incertidumbre en las relaciones Canarias-Estado.
El objetivo de Rivero al enviar esta carta es llamar la atención de Marino Rajoy sobre el creciente sentimiento de desafección hacia España que se está gestando en Canarias y sobre las inciertas consecuencias a las que puede conducir a medio plazo.
Desde Madrid, asegura Paulino Rivero, "se está abonando el terreno para que broten con fuerza sentimientos y posiciones separatistas como no ha ocurrido en las islas desde los años setenta".