Una de las iniciativas en las que se prioriza la participación de mujeres que han sido víctimas de violencia son los programas experimentales de empleo, a los que el SCE destina dos millones de euros, y que el año pasado atendieron a 929 personas desempleadas. Estos programas realizan un itinerario completo con los participantes, ya que se les proporciona orientación laboral, formación y se les da la oportunidad de adquirir experiencia laboral mediante una contratación temporal.
Luengo se refirió también a los programas en colaboración con entidades sin ánimo de lucro para la contratación de personas desempleadas en proyectos de interés general y social. "En este programa también tienen prioridad para participar las mujeres desempleadas víctimas de violencia, y es muy importante, porque a través del mismo podemos ofertarles un empleo temporal y experiencia laboral. El año pasado 244 personas desempleadas se beneficiaron de esta política de empleo", dijo.
Por último, la consejera se refirió al programa de promoción del empleo autónomo, cuya finalidad es facilitar la constitución de personas desempleadas en trabajadores/as por cuenta propia y cuyos incentivos económicos van desde los 5.000 hasta los 10.000 euros, en función del grado de dificultad del solicitante para acceder al mercado laboral. En este caso, las mujeres víctimas de violencia de género tienen un 10 por ciento adicional de financiación sobre la subvención que se les asigne.
Francisca Luengo recordó a todas las mujeres que han fallecido a causa de la vilencia de género y añadió que "este es un asunto muy serio y muy duro, no sólo por las personas que mueren, sino también por las que viven situaciones de maltrato de cualquier tipo, por sus hijos, que necesitan más que nunca que se les apoye en esta dificilísima situación y que precisan de todo tipo de ayuda para salir de ella".
Por ello insistió en que la Administración, en su deber de salvaguardar los derechos de estas personas, debe actuar desde varias áreas y una de ellas es la de ayudarlas a conseguir una independencia económica a través del empleo.