Moreno dijo que "la preocupación por el elevado coste energético que se registra en los procesos de desalación de agua nos ha hecho actuar para modificar las tendencias que, en clave energética, están relacionadas con el ciclo del agua en Canarias". Esto, unido al objetivo claro de "aumentar la independencia energética de Canarias, nos ha llevado a concluir que, en el caso de la desalación, nuestro modelo tiene que pasar, necesariamente, por el uso de energías renovables, la incorporación de dispositivos o mejoras de procesos para disminuir los consumos energéticos y aumentar su eficiencia y la mejora de las redes de distribución para reducir las pérdidas.
Para incorporar estas mejoras, la directora explicó que se ha contado con la colaboración del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), la de los consejos insulares de aguas y la de los gestores de plantas, que han identificado una serie de actuaciones de mejora de la eficiencia energética en plantas desaladoras de Canarias, han evaluado los ahorros, han analizado la tecnología disponible y han priorizado las actuaciones más necesarias o de mayor impacto.
"Una vez realizado este trabajo, el año pasado el Gobierno de Canarias destinó 8,5 millones de euros en ayudas para este tipo de proyectos, cofinanciadas por FEDER en un 85%, en el marco del POC 2007-2013".
María Antonia Moreno destacó la necesidad de aprovechar las oportunidades de financiación, como las que se analizan en esta jornada, que hoy se celebró en Las Palmas de Gran Canaria y mañana lo hará en la capital tinerfeña. En ellas se abordan no sólo las medidas de ahorro de energía y eficiencia en el ciclo industrial del agua en las Islas, sino también las experiencias y oportunidades de financiación de proyectos públicos y privados a través del fondo Jessica FIDAE.