Según esta formación política, los residuos de la biomasa forestal y su aprovechamiento pueden llegar a convertirse en una actividad rentable económicamente por lo que no sólo debemos pensar en la limpieza de los montes como una forma de acabar o reducir el número de incendios forestales sino también como una fuente de puestos de trabajo, fundamentalmente en el medio rural. La producción podría alcanzar las 100.000 toneladas/año de leña, astillas, pellets para calefacción, carbón vegetal, briquetas, etc. (productos que ahora importamos) con un valor estimado de unos 10 millones de euros, cifra que se multiplicaría si se consigue transformar y/o comercializar en las islas esa cantidad de biomasa. En Canarias, al contar con una gran planta hotelera, sería relativamente fácil colocar la producción pues es sumamente rentable para las empresas turísticas al ahorrar frente al gasto en combustibles fósiles para la climatización de edificios, piscinas, spa o en el uso de calderas pero también al presentarse ante su clientela como un establecimiento sostenible al limitar la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, característica cada vez más demandada entre los turistas, fundamentalmente de Centroeuropa.
Santiago Hernández destaca "el carácter ecológico de la propuesta, pues la biomasa es una fuente de energía renovable, limpia, segura, rentable y que, no sólo es compatible con el medio ambiente, sino que repercute en la mejora de la gestión forestal y por tanto en la conservación de nuestro medio ambiente". Y por otra parte, apunta, "nos haría más independientes energéticamente hablando, hecho muy importante si tenemos en cuenta el contexto internacional y el escenario de agotamiento y encarecimiento de los combustibles fósiles". El portavoz de ANC concluye que, "en Canarias, obtener energía renovable a partir de la biomasa forestal debe adquirir un papel estratégico desde el punto de vista económico, ecológico y de cambio de mentalidad en la gestión forestal sostenible de nuestros montes".