Además, están implicados en la detección temprana de floraciones algales tóxicas los helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), adscritos a la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias; el servicio del 112 y la RedPROMAR, red de ciencia ciudadana de la Viceconsejería de Medio Ambiente que permite la detección de espumas o mareas rojas mediante el reporte de los ciudadanos.
El modo de proceder ante floraciones masivas de microalgas consiste en coordinar la toma de muestras, las cuales son remitidas para su estudio al Banco Español de Algas (BEA), socio del proyecto MIMAR que lidera la Viceconsejería de Medio Ambiente, donde se caracteriza (determinación de especies presentes, densidades observadas, etc.) y se emite un informe con los resultados del análisis. Cuando dichos resultados muestran que el tipo de floración observada puede tener efectos sobre la salud, se informa desde la Dirección General de Protección de la Naturaleza a Dirección General de Salud Pública y se le traslada copia del informe. Asimismo, se da traslado de dicha información a la Dirección General de Seguridad y Emergencias y, cuando se trata de especies que pueden comprometer la calidad de los recursos pesqueros, también a la Dirección General de Pesca.
La Dirección General de Salud Pública tiene la competencias en cuanto a las decisiones a tomar en las zonas de baño, siendo nuestra labor en estos eventos el monitoreo. Por ello, desde el inicio de un evento se pone en marcha un programa de seguimiento, junto a las Oficinas de las Reservas Marinas, observadores de la RedPROMAR, el Servicio Integral de Tecnología Marina (SITMA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y los helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), adscrito a la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias.
Tal y como explican los técnicos, ante la agitación del oleaje en la costa, las sales disueltas y la materia orgánica del mar capturan microburbujas y forman espumas que pueden ser observadas a lo largo del litoral, en las zonas de mayor exposición al oleaje, sin que ello suponga un indicador de contaminación.
En Canarias, durante el invierno, son frecuentes las duras condiciones de mar y los temporales. Esto produce la suspensión de nutrientes y el aumento de la productividad primaria en el océano y la costa. Por ello, durante esta época, la gran cantidad de material orgánico en suspensión o exudado por los microorganismos (plancton) y macroalgas es el origen de las espumas, generalmente inocuas y que no requieren de mayor atención. "Hasta el momento, las espumas invernales no se han asociado a floraciones algales tóxicas", aclaró la consejera.
Medidas para la época estival
Para la época estival, durante los meses en los que se puedan producir floraciones de microalgas, se dispondrá de una embarcación especializada en la recogida de espumas que afecten las zonas de baño, debido a floraciones algales. Esta embarcación es una patente de una empresa andaluza y se usará por primera vez en España para este cometido.
Asimismo, si se produce el fenómeno, la Viceconsejería de Medio Ambiente pondrá en marcha los protocolos de actuación previstos, acompañados de material divulgativo para su colocación en playas y zonas costeras de baño, además de continuar con los operativos descritos y que ya vienen funcionando desde hace dos años.
Por otro lado, según recordó la consejera, se firmará para este periodo un convenio con la ULPGC para el estudio global de la dinámica de las floraciones algales oceánicas y así poder crear un sistema de alerta temprana basado en la teleobservación del océano.