El vicepresidente y consejero de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena, señala que los trabajos realizados hasta el momento se distribuyen en 227 parcelas localizadas principalmente en espacios naturales protegidos como los Parques Rurales de Teno y Anaga, el Sitio de Interés Científico de Barranco de Ruíz o las Reservas Naturales Especiales de El Chinyero y el Barranco del Infierno. Los trabajos se enmarcan dentro de un proyecto que se inició el pasado año y tendrá continuidad hasta diciembre.
En el caso de la vertiente sur y suroeste de Tenerife, se trabaja para evitar el avance de la pluchea (Pluchea Ovalis), una planta muy peligrosa introducida como ornamental, que amenaza con propagarse a otros puntos de la isla. Los espacios naturales protegidos se han visto amenazados por especies como el rabo de gato (Pennisetum Setaceum), las cañas (Arundo Donax), las tuneras (Opuntia), la crásula rosada (Crassula Multicava) o el huevito de gallo (Salpichroa Origanifolia), entre otras.
De manera paralela, se están desarrollando trabajos de investigación, en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para ensayar diferentes métodos de actuación sobre algunas de las especies más problemáticas. El objetivo es obtener protocolos que permitan optimizar los esfuerzos humanos y económicos invertidos en esta línea de actuación.