Los trabajos realizados este año han contado con medio centenar de profesionales, divididos entre peones, capataces y operarios especializados en trabajos verticales. Las intervenciones han consistido en el arranque manual de estas especies con herramientas adaptadas y, puntualmente, con maquinaria desbrozadora. En todos los casos se han seguido los protocolos establecidos para evitar la dispersión y propagación de estas especies.
A lo largo de 2018 se actuó en unas 363 hectáreas de la Isla, incluyendo 14 espacios naturales y 21 municipios. En ese sentido, se ha prestado especial atención a entornos protegidos como los parques rurales de Teno y Anaga y la Reserva Natural Especial del Chinyero.
Las cuadrillas han actuado sobre especies exóticas invasoras como la Crassula Multicava, el Pennisetum Setaceum, la Salpichroa Origanifolio, el Centranthus Ruber, el Ulex Europaeus o la Pluchea Ovalis. Los datos permiten comprobar la eficacia y el rendimiento de los trabajos de control realizados en años anteriores y la evolución de las diferentes plantas que amenazan la biodiversidad autóctona de la isla de Tenerife.