En fechas recientes se puso en marcha una nueva boya meteorológica y oceanográfica para la monitorización del cambio climático y la acidificación oceánica en el entorno de la Reserva Marina Isla Graciosa e Islotes del norte de Lanzarote.
El consejero regional responsable del Departamento, José Antonio Valbuena, subrayó que "esta boya, cuyo mantenimiento y gestión científica correrá a cargo del grupo de Química Marina QUIMA del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), como responsable de la Red de Observación de CO2 y acidificación oceánica de Canarias, aumenta la red de sensores del Gobierno autonómico para la monitorización de parámetros atmosféricos y climáticos y además dispone de sensores marinos de pCO2, pH, temperatura, salinidad, oxígeno y fluorescencia y un ADCP que permitirá monitorizar las corrientes de la zona".
Este sistema de observación meteorológica estará a disposición de la ciudadanía, la comunidad científica y los responsables de emergencias. "Se trata de una herramienta de fácil consulta de información con estructura escalable y una alta disponibilidad que permitirá la accesibilidad a datos fiables y en tiempo real de diferentes variables. A su vez, el mecanismo diseñado para su expansión permitirá incluir información de sensores de otras instituciones y con ello crear un amplio repositorio de información fácilmente consultable que mejore los datos disponibles en Canarias y en la región macaronésica", destacó José Antonio Valbuena.
La Consejería de Transición Ecológica, Lucha Contra el Cambio Climático y Planificación Territorial dispone, además, de otra boya meteorológica y oceanográfica adicional y varios vehículos submarinos autónomos (Gliders) dentro de un Proyecto del Programa de Cooperación INTERREG V-A España-Portugal MAC (Madeira-Azores-Canarias) 2014-2020, cofinanciado al 85% por el proyecto PLANCLIMAC de fondos FEDER, que, en estos momentos, están proporcionando parámetros químicos, físicos y biológicos en diversos puntos de Canarias. La puesta en marcha de estas estaciones observacionales provocará que la Región canaria se sitúe a la cabeza de los estudios sobre acidificación oceánica y monitorización del cambio climático en el mundo.