El nivel de riesgo meteorológico diario de incendios forestales de esta herramienta se calcula a partir de los datos recogidos por las estaciones meteorológicas de AMET y de un modelo numérico de predicción del tiempo. El sistema tiene en cuenta variables como la temperatura del aire, la humedad relativa, la velocidad del viento y la precipitación registrada en las últimas 24 horas.
Con todo ello, se calcula el riesgo de incendio y se divide en cinco clases o niveles de riesgo: bajo, moderado, alto, muy alto y extremo. Estos sirven como indicador de la probabilidad de ocurrencia del fuego (frecuencia, estacionalidad y causalidad), así como su extensión e intensidad.