La actividad sísmica registrada en los fondos marinos de Canarias "constituye un riesgo potencial de imprevisibles consecuencias para las explotaciones petrolíferas que Repsol pretende acometer frente a las islas de Lanzarote y Fuerteventura en aguas ultraprofundas", según dijo hoy el comisionado del Gobierno para el Desarrollo del Autogobierno y las Reformas Institucionales, Fernando Ríos. En este sentido, "los llamamientos a la calma expresados la pasada semana por la compañía petrolera y el Ministerio de Industria, tras los temblores localizados en la zona de las prospecciones y sentidos en Lanzarote y Fuerteventura, pretenden minimizar en realidad el alto riesgo que el consorcio petrolero asumiría en caso de iniciar las perforaciones a gran profundidad".
Los tres sismos registrados por el Instituto Geográfico Nacional en la madrugada del 11 de junio frente a las islas orientales, el primero de los cuales alcanzó una magnitud de 3,7 grados en la escala Ritcher, "avalan las advertencias que las instituciones canarias vienen expresando desde hace más de un año sobre un riesgo que los promotores petroleros descartan de forma inaceptable y totalmente imprudente", señaló.
Fernando Ríos recordó las declaraciones realizadas por el subsecretario de Industria del Ministerio, Enrique Hernández Bento, para quien el hecho de que puedan existir movimientos sísmicos en zonas donde se realizan exploraciones y explotaciones petrolíferas "no plantea ningún problema desde el punto de vista técnico, no afecta para nada". Sin embargo, recuerda el comisionado, entidades científicas especializadas en geología vinculada a la industria del petróleo afirman exactamente lo contrario, como el Instituto de Dinámica de Geosferas de la Academia Rusa de Ciencias, que determina claramente que "la producción de hidrocarburos puede generar actividad sísmica", y que "pocas personas negarán que existe una relación entre la explotación de hidrocarburos y la actividad sísmica".
En este sentido, es de destacar también la catástrofe provocada en abril de 2010 con el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México. Así, el profesor de Geofísica de la Universidad de Aberdeen (Escocia), Andrew Hurst, experto en Geología y Petróleo, ha declarado en EEUU en el juicio que se sigue contra Bristish Petroleum por este accidente que en 2006 se detectó en ese mismo lugar un terremoto de magnitud 6. El profesor Hurst afirmó recientemente que este tipo de temblores constituyen "una señal de que los yacimientos de petróleo en aguas profundas podrían ser inestables. La actividad sísmica conduce al desarrollo generalizado de las fracturas en las rocas que frenan yacimientos de petróleo", dijo Hurst, "lo que significa que se requiere menos presión para que se produzcan fugas". British Petroleum hizo caso omiso a las alertas de este profesor.
Por otro lado, el Servicio Nacional de Geología de EEUU (USGS) afirma que "los sismos sobre una magnitud de 3 grados en la escala Ritcher en Estados Unidos aumentaron seis veces en 2011 respecto a los datos registrados en la misma zona durante el Siglo XX", señalando que "una de las causas es la actividad del petróleo y gas realizada por el hombre".
El Gobierno de Canarias y los Cabildos de Fuerteventura y Lanzarote coinciden en valorar las recientes declaraciones de Repsol y del Ministerio de Industria sobre este asunto como "absolutamente irresponsables con los intereses generales de Canarias", ya que "cuando un problema no se reconoce, nunca será posible abordarlo con garantías de resolución". El Subsecretario de Industria Hernández Bento afirmó además el pasado lunes 17 en Fuerteventura que "cuestiones como las referentes a las posibles consecuencias ante terremotos se determinarán en el estudio de impacto ambiental que se presentará en agosto".
A juicio de Fernando Ríos, estas declaraciones son claramente contradictorias porque, por un lado, reconocen implícitamente las "posibles consecuencias ante terremotos" pero en el Estudio de Impacto Ambiental no se contempla este problema: en ninguna de las 105 páginas del Documento que Repsol presentó el pasado mes de febrero al Ministerio de Medio Ambiente -y que constituye la base del citado estudio de impacto-, se hace referencia o mención alguna a los terremotos. "Si lo incluyen ahora para contemplarlo será, sin duda alguna, por la alerta emitida desde los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura y el Gobierno de Canarias", señaló.
Paulino Rivero, presidente del Gobierno de Canarias, Pedro San Ginés, presidente del Cabildo de Lanzarote, y Mario Cabrera, presidente del Cabildo de Fuerteventura, han acordado esta semana intensificar los esfuerzos y las acciones dirigidas a suspender el proyecto petrolífero, al considerar que se trata de una de las más graves afrentas acontecidas en la historia contra los derechos democráticos de Canarias.
Para los tres presidentes, el riesgo que este proyecto genera sobre el océano y sobre el medio ambiente, poniendo en serio peligro la biodiversidad, el turismo, el empleo, el suministro de agua potable, y la forma autocrática en que se ha venido imponiendo la decisión desde Madrid, sin siquiera considerar los criterios de las instituciones soberanas de Canarias, "sólo puede tener un claro destino: la retirada definitiva de las operaciones de prospección y del campo petrolífero, y un desarrollo irreversible hacia un modelo energético sustentado por energías renovables hasta alcanzar la autosuficiencia total".