Nacional/ El Barcelona de Luis Enrique es una máquina devoradora de títulos y ha comenzado la temporada con uno más, después de ganar al Sevilla por 5-4 en la final de la Supercopa de Europa disputada en Tiflis, en un partido antológico de verdadero fútbol superlativo.

Aunque con altibajos, el Sevilla plantó cara al equipo azulgrana y llegó a ponerle contra las cuerdas en la segunda mitad, remontando un 1-4 y llevando al encuentro a la prórroga, donde apareció un desahuciado Pedro para decantar el encuentro definitivamente del lado culé.