Con la proyección de Viaje a la Luna, de Georges Méliès (1902) y Aelita (1924), de Yakov Protazanov, el miércoles 10 en el Espacio Cultural Aguere de La Laguna, y el día 16 en el Teatro Guiniguada en Las Palmas de Gran Canaria, se inicia el ciclo 'Queridos lunáticos' con el que Filmoteca Canaria, en colaboración con el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, se suma a la celebración de los 45 años de la llegada del hombre a la Luna. Una interesante propuesta cinematográfica, para la cartelera de septiembre y octubre, dedicada a la carrera espacial que reúne seis películas de referencia para regresar al espacio a través del cine.
El cineasta francés Georges Méliès fue el primero en viajar a la Luna valiéndose de la fantasía. Primero la imaginó a un palmo de la mano en uno de sus primeros cortometrajes, La Luna a un metro (Sueños de un astrónomo), filmado en 1898. Pero no viajó a la superficie lunar hasta 1902, en su célebre Viaje a la Luna, inspirado en las obras De la Tierra a la Luna (1865), de Julio Verne, y El primer hombre en la Luna (1901), de H. G. Wells. Después de Méliès, la Luna ha sido el objetivo no sólo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio del gobierno norteamericano (NASA), o la Agencia Espacial Federal Rusa, conocida como Roscosmos, sino también de cineastas tan dispares como Fritz Lang, Roy Ward Baker, Andrei Tarkovsky, Aleksei German, Ron Howard, John Carpenter, John Sturges, Peter Hyams, Philip Kaufman, Duncan Jones y Stanley Kubrick.
Este ciclo sobre la carrera espacial iniciada en el siglo XX mostrará mucho más, a través de los títulos Aelita (1924), de Yakov Protazanov; Atrapados en el espacio (1969), de John Sturges; Capricornio Uno (1978), de Peter Hyams; Elegidos para la gloria (1983), de Philip Kaufman; y Dark Star (1974) de John Carpenter.
Primera sesión
En Viaje a la Luna (1902) de Georges Mèliés, inspirado en las obras de Julio Verne y H.G. Wells, con 14 minutos de duración, seis valientes astronautas viajan en una cápsula espacial de la Tierra a la Luna. La primera película de ciencia-ficción de la historia se inspiró en las obras De la Tierra a la Luna (1865) de Julio Verne y Los primeros hombres en la Luna (1901) de H. G. Wells. Se trata de un cortometraje realizado con el astronómico presupuesto para la época de 10.000 francos, y suponía nada menos que la película número 400 del realizador francés, que abrió al mundo del cine una nueva puerta para contar historias fantásticas y de ciencia-ficción mediante el uso de efectos especiales.
Aelita (1924), de Yakov Protazanov, es una adaptación de la novela del conde Alekséi Tolstói, pariente lejano de León Tolstói. Aelita, la reina de Marte, harta de vivir sometida a su despótico padre, lanza una llamada de socorro a la Tierra. Tras descifrar el mensaje, el ingeniero de la Estación de Radio de Moscú, al que se une el revolucionario Gusev, emprende un viaje a Marte en la nave que ha construido. Los dos ayudan a Aelita a derrocar al tirano, pero, a continuación, también ella implanta un régimen totalitario