Al acto de presentación de esta valiosa pieza policromada que se encuentra en el retablo colateral de La Epístola de la mencionada Basílica Mariana, asiste el coordinador general del área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo grancanario, Larry Álvarez, así como el autor de la restauración de la talla, Carlos Valero, quien explicará el proceso de rehabilitación que ha venido realizando en los últimos seis meses, y que ha permitido devolver a la talla su unidad estética, así como frenar el deterioro que sufría, eliminando repintes y viejos tratamientos contemplados en su soporte. El Cabildo grancanario ha invertido en la restauración de la citada obra de Luján Pérez 15.000 euros.
Larry Álvarez explica que "este tipo de presentaciones no sólo contribuyen a que la ciudadanía descubra el valioso patrimonio histórico-artístico que custodian muchos templos e iglesias de la isla de Gran Canaria, sino a que conozca los criterios de intervención técnicos empleados por los especialistas en su conservación y restauración. El Cabildo grancanario realiza un esfuerzo muy importante en la restauración, conservación y puesta en valor de los bienes patrimoniales y culturales que pertenecen a todos los grancanarios. En acciones sistemáticas de restauración y planes preventivos llevados a cabo recientemente por la Corporación insular se han invertido unos 59.000 euros, y vamos a seguir trabajando con la voluntad de consolidar el patrimonio histórico como un motor más del desarrollo económico y social de Gran Canaria".
La talla de madera del Cristo Atado a la columna fue realizada por el artista y arquitecto grancanario José Luján Pérez (1756-1815) en 1794, constituyendo una de las mejores realizaciones de este célebre imaginero guiense, considerado como el máximo exponente de la escultura sacra en Canarias. La producción de Luján, que acusó influencias del barroco y el rococó, es muy amplia, ya que realizó numerosas esculturas para distintas iglesias de Canarias, especialmente en Gran Canaria y Tenerife. Algunos autores consideran que esta talla está influenciada por la imagen homónima perteneciente a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán de Las Palmas de Gran Canaria, realizada por Tomás Calderón de la Barca.
La talla ha sufrido algunas intervenciones a lo largo de su historia. En una de ellas posiblemente efectuada durante el siglo pasado, se le instaló una pletina metálica con la intención de otorgar al conjunto solidez durante sus traslados procesionales. Asimismo se conoce que la columna fue vuelta a pintar por Francisco Suárez León en 1908.
La obra presentaba deterioros provocados por piezas mal adheridas y retoques en superficie que ocultaban la policromía original. La suciedad era generalizada, por lo que la propuesta de intervención de Carlos Valero se encaminaría a devolver a la obra la unidad estética perdida, así como a frenar dicho deterioro.
Ahora luce con todo su esplendor en el interior de la Basílica de Nuestra Señora del Pino, en Teror.
El nombre de José Luján Pérez constituye una referencia obligada en el marco de los estudios de la plástica canaria, ya que participa en una etapa trascendental para la evolución del arte en las Islas. El artista es el puente entre el gran barroco español y el neoclasicismo, que aprendió del gran imaginero murciano Salzillo, y dejó una estela de discípulos en Canarias, cuyo alumno más aventajado fue el tinerfeño Fernando Estévez. Más del 70% de sus obras pertenecen al ámbito eclesiástico. Actualmente, la mayor parte de sus obras se encuentran en la isla de Gran Canaria con un total de 139 obras, siguiéndole Tenerife con un total de 43 obras.