El joven timplista explica que, desde que conoció al pianista orotavense Francis Hernández en 2007, gracias a un proyecto junto a Troveros de Asieta, siempre habían hablado del mundo que se esconde tras la composición de bandas sonoras. Pasó el tiempo y ésa siempre fue "una espina clavada" para ambos, hasta que a principios de este año y dadas las condiciones actuales, "decidimos que era el momento de montar algo pequeño y fácil de mover" y, tras pasar muchos días y conversando "optamos por Disney, surgiendo así el nombre del proyecto: TimpleLand.
Desde entonces se han centrado en elegir el repertorio, integrado por unos doce temas, decidir su orden y ensayar. Rodríguez, uno de los máximos representantes de la nueva generación de timplistas, comenta la originalidad de esta propuesta, ya que existen muy pocos antecedentes que integren únicamente piano y timple. De hecho, el músico lagunero, de formación autodidacta desde que su abuelo le regaló un timple con 12 años, es consciente de que las generaciones anteriores, como la de Totoyo Millares y la de Benito Cabrera, le han abierto camino a este instrumento "despertando de nuevo el interés dormido" gracias a la fusión con otras músicas.
En su afán por seguir evolucionando con su estilo, denominado world music, es decir, la fusión de la música tradicional con otros géneros, Beselch Rodríguez fue el precursor del timple eléctrico, que dio a conocer el año pasado en el Día de Canarias en el Teatro Guimerá durante la presentación de Hábitat. Se trata de un timple con cuerdas de acero, como una guitarra eléctrica pero pequeña, que cambia por completo su sonoridad.
Una apuesta singular
Tanto Beselch Rodríguez como Francis Hernández han apostado por este nuevo proyecto que les ha llevado por diferentes salas de conciertos de la Isla, como el Auditorio de Tenerife Adán Martín, o el Auditorio del Sauzal. Próximamente se les puede ver en el Castillo San Felipe de Puerto de la Cruz y el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, dentro de la programación del Festival Internacional de Música para el Cine de Tenerife, Fimucité.
Dos intérpretes con una amplia trayectoria
Francis Hernández es uno de los pianistas que surge de La Orotava. Comenzó sus estudios musicales de trompeta y piano en su ciudad natal, si bien continuó con el estudio de su instrumento natural, el piano, en el Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife. Investigador incansable, su curiosidad le llevó en una búsqueda de nuevos paisajes sonoros a realizar en 1996 un curso intensivo en la Berklee School of Music, despertando así su curiosidad por otros estilos musicales.
Mientras asiste a cursos y clases magistrales con profesionales del jazz y las músicas del mundo como David Berkman, Jim Beard, Delfin Pérez, Dave Weckl, Dick Oatts, Victor Bailey o Richad Bona, aumenta rápidamente la demanda de su trabajo como arreglista, compositor y productor a la par que intérprete, participaciones así en proyectos como los de Kike Perdomo, Arístides Moreno, Taburiente, Atcheré Latin Jazz, Troveros de Asieta, Primitiv Sound System, Dr. Bacteria o Both Side of the Coin (Manolo Rodríguez y Carlos Costa).
Por su parte, Beselch Rodríguez es uno de los máximos representantes de la nueva generación de timplistas de las Islas Canarias. Descubrió el timple a los 12 años, edad en la que emprendió un camino a través del folklore y la música tradicional. Si In-diferente, su primer trabajo, supuso un viaje de búsqueda y experimentación a través de nuevos estilos, Hábitat es el reencuentro del intérprete con sus raíces.
Y si de evolución se trata, cabe destacar su proyecto de Timple Eléctrico que concluyó en 2012 y que pudo llevarse a cabo tras varios meses de trabajo, de la mano del lutier norteamericano Jonathan Mann.