En esta última cita, la protagonista fue la Banda Insular de la Federación Tinerfeña, que estuvo dirigida por Juan Antonio Domínguez Martín, y que inició su concierto con la interpretación de la Obertura Candide, de Leonard Bernstein y Homenaje a La Tempranica, de Joaquín Rodrigo.
Tras estas dos piezas, uno de los integrantes de la banda se dirigió a los asistentes para destacar la trayectoria de Ramón González Enríquez, un gallego afincado en Canarias que en las dos comunidades dejó huella en su pasión musical, con más de un centenar de obras compuestas. Sus familiares recibieron el cariño de los asistentes y su viuda recibió unos recuerdos que le entregaron el director insular de Cultura del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, y el presidente de la Federación Insular de Bandas de Música, Alejandro Poleo.
El concierto se reanudó precisamente con una obra de Ramón González Enríquez, Algarabía, una pieza que no pudo ver estrenada su autor y que dedicara a la musicóloga Rosario Álvarez, que acudió al concierto de ayer y que pudo escuchar esta pieza y una selección de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini, que puso fin a la novena edición de Primavera Musical que se celebra en el Auditorio de Tenerife.