Karel Mark Chichon, director artístico y titular de la OFGC, culmina la temporada con un programa evocador de paisajes, sensaciones, colores y ritmos. La primera parada de este viaje musical nos llevará a Noruega, con su compositor por antonomasia, Edvard Grieg, y su famoso Concierto para piano, al que Gabriela Montero ofrecerá nuevas perspectivas. La pianista venezolana ofrecerá además dos de las improvisaciones que se han convertido en señas de identidad propia y que le proporcionan una especial comunicación con el público, al que invita a elegir ideas y temas sobre los que improvisar: "Conecto con mi público de una manera única, y ellos conectan conmigo. Como la improvisación es una parte esencial de quien yo soy, representa la manera más natural y espontánea con la que me expreso".
Chichon completa su propuesta con un recorrido europeo a ritmo de vals que nos permitirá disfrutar de diferentes adaptaciones que han contribuido a dar rango universal a esta danza originaria de Austria. Desde Rusia, Chaikovski supo insuflar al vals un sello personalísimo, lleno de elegancia y pujanza dramática en el contexto de sus ballets, y muy especialmente en el del fragmento de El lago de los cisnes incluido en el programa.
Ecos de Chaikovski pueden percibirse también en el Vals melancólico de Emil Darzins, gran admirador del ruso y figura paradigmática de la música en Letonia en el paso del XIX al XX que la OFGC incorpora a su repertorio.
La consanguineidad con los pulsos y la ambientación valsística del bávaro Richard Strauss hallaron perfecto escenario en su ópera El caballero de la rosa (1910), "comedia en música" de resonancias mozartianas y regusto nostálgico de cuyas secuencias de valses el maestro Chichon ha hecho una selección especial para esta ocasión.
Difícil sería hallar mejor remate siguiendo la línea cronológica del programa que la que nos ofrece Maurice Ravel en La Valse, genial recreación de un mundo en decadencia que avanza hacia el abismo al ritmo del vals vienés.
José Antonio Cabrera.
ASSOPRESS