A lo largo de la mañana trazaron el dibujo y boceto de varios tapices y confeccionaron con flores los mismos. Se sigue la tradición de los moldes de madera y metal para los distintos diseños. Pero, previamente, estos pequeños artistas participaron en el propio deshoje para obtener el material. Así, durante la jornada aprenden todo lo relacionado con las alfombras y descubren las distintas dificultades en el proceso. Valoran in situ las texturas, colores y grados de delicadeza de las propias flores, y conocen de primera mano las técnicas de cómo echar los pétalos y el brezo o cómo usar los colores para componer las alfombras, figuras y corridos. Y también aprendieron términos como zaragata, tapiz, corrido. Además, los niños que disfrutaron de este día especial conocieron de cerca los bocetos de la primera alfombra en honor al Corpus Christi que se confeccionó hace cien años en la Plaza del Ayuntamiento por el alfombrista Felipe Machado. Los niños, finalmente, participaron en el momento de deshacer los tapices, pues no hay que olvidar que se trata de un arte efímero.

Desde hace 25 años, la Asociación de Alfombristas, que preside Leo Rodríguez, celebra esta actividad, del Día del Niño y la Niña Alfombrista, para sensibilizar a los más pequeños, futuras generaciones, en esta relevante tradición villera del arte efímero y patrimonio cultural. Entre niños y padres se contó con una participación de más de 200 personas.

Todos los años son más los pequeños que se animan a participar en esta actividad, y muchos lo que acuden año tras año y no quieren dejar de hacerlo. Por lo que de seguro se sumarán a colaborar el día de la celebración de la Infraoctava del Corpus villero, el próximo 27 de junio.