Arona/ Valle San Lorenzo volvió a vivir ayer un día grande, tras dos años sin poder celebrar como se merecen las Fiestas en honor a Nuestra Señora de Fátima.
Una jornada que comenzó con la eucaristía y la procesión en honor a la Virgen, y que acabó con el Baile de Magos, organizado por la Comisión de Fiestas con la colaboración del Patronato de Cultura del Ayuntamiento de Arona, donde la tradición, el baile y la comunidad se hicieron más presentes que nunca. Más de 400 personas, ataviadas con sus respectivos trajes de magos y magas, se reunieron en la Plaza de San Lorenzo, especialmente decorada para la ocasión, para disfrutar con sus vecinos y vecinas de la gastronomía y la música canaria. La alegría por volver a disfrutar de estas queridas fiestas era más que palpable.