La apuesta por dos delanteros en el mismo once le salió rana al entrenador. De hecho, Guillem Martí acabó el partido como interior.

La ocasión más clara la tuvo Aridane al comienzo de la segunda mitad. El resultado es malo, pero peor es la imagen que dio el equipo durante los 90 minutos. Solo a ratos se aproximó a una versión convincente. Ahora, el liderato peligra si el Avilés vence. Con una mala noticia empiezan las vacaciones.