Chrisantus adelantó a los amarillos, a la media hora de juego, en la única acción que Las Palmas se acercó con peligro al área vitoriana a lo largo del partido.
El delantero nigeriano aprovechó la pasividad de la zaga local para cazar un balón cruzado a su espalda tras botar Tato una falta.
Cuando acariciaban el triunfo los de Sergio Lobera, a nueve del final, un saque de esquina y un buen cabezazo de Borja Viguera sirvieron para rescatar un punto para el Alavés que hizo más méritos y trabajo que una conformista Unión Deportiva.
El Alavés ofreció su mejor versión con respecto a la del estreno liguero en Girona y salió decidido a coger el mando y no dejar operar con soltura a Las Palmas.
El cuadro vitoriano acentuó su dominio y a los veinte minutos ya contaba con peligrosas llegadas, como las de Guzmám y Manu García, que metieron en problemas a la zaga amarilla.
Borja Viguera tuvo la más clara ocasión con una volea desde la frontal del área que como pudo se quitó de encima el meta insular.
Las Palmas no pisó el área rival hasta la media hora de partido. Pero lo hizo con determinación.
Tato botó una falta desde la derecha, que cogió descolocada a la defensa local, y Chrisantus aprovechó para cruzar el balón enviándolo a las redes albiazules y colocando por delante al cuadro de Sergio Lobera.
El tanto dejó tocado al Alavés, que se bloqueó hasta el descanso y volvió a sentir en carne propia la exigencia de la Liga Adelante donde los errores y concesiones no se perdonan y se pagan muy caros.
No encontró la manera de conectarse el partido el cuadro local tras el paso por los vestuarios y comenzó a poner más corazón que fútbol para tratar de neutralizar la ventaja visitante.
Las Palmas se encontró cada vez más cómodo y Chrisantus, en el minuto 57, tuvo la segunda ocasión amarilla con un suave disparo que atajó Goitia.
El Alavés se descompuso. Perdió frescura en su juego ante la imposibilidad de generar peligro y ocasiones sobre la meta de Barbosa.
Pero otra acción a balón parado fue el flotador al que se agarró el equipo vitoriano, que empató a nueve minutos del final. Emilio botó un saque de esquina que pasó por encima de la zaga amarilla hasta que Borja Viguera conectó un salvador cabezazo para restablecer la igualdad en el marcador.
Tras el partido, el entrenador Sergio Lobera, resaltó que "en dos partidos errores nuestros nos han castigado con la pérdida de cinco puntos", al tiempo que reconoció que su equipo mereció más. "El partido estaba más para el 0-2 que para el empate a uno. Nos vamos con un mal sabor de boca".
Sergio Lobea añadió que "pienso que ha sido un partido en que todo momento tuvimos controlado. Hemos jugado con oficio, pero no podemos ser castigados por errores nuestros. En dos jugadas a balón parado hemos perdido cinco puntos. El gol del Alavés marcó el desarrollo del partido", reconoció.
Sobre cambio de sistema explicó que "buscamos más consistencia en el centro del campo y lo hemos conseguido. Movimos el balón con mucho criterio y apenas el Alavés nos ha creado ocasiones claras de gol. El equipo supo leer muy bien el partido, pero nos vamos con muy mal sabor de boca. Hicimos méritos para llevarnos los tres puntos", sentenció.