En esta fase inicial fue Javi Moyano el primer en incomodar al meta visitante René, primero con un cabezazo en el minuto diez que se fue ligeramente alto, y poco después, con un disparo excesivamente cruzado.

Otra enardecida tentativa tinerfeña, esta vez en el minuto veintiuno, tuvo a Suso como intérprete estelar, puesto que una incursión suya en el área fue interceptada por Servando, acción sancionada por el colegiado con un penalti que transformó Ricardo.

Al filo de la media hora de juego, Aridane contó con otra magnífica ocasión, pero cruzó excesivamente su cabezazo, mientras que tres minutos más tarde, el cuadro jienense en su primera llegada, estuvo a punto de anotar, pero Roberto, con una felina estirada, desvió un peligroso cabezazo de Jona.

Esta esporádica acción alentó al cuadro andaluz, puesto que a partir de la misma su línea medular adquirió mucho más protagonismo, superando, incluso, a la local, pero sin llegar a perturbar lo suficiente el área defendida por Roberto.

De esta manera concluyó un primer tiempo en el que los tinerfeños fueron netamente superiores, mientras que la segunda resultó mucho más igualada desde el inicio, puesto que los andaluces continuaron con su ascendente línea de juego.

Esta decidida salida visitante, junto al propósito local de sentenciar el encuentro, propició un encuentro mucho más abierto, favorecido por la disposición táctica de los componentes de ambos equipos.

De estas dos apuestas salió beneficiado el Jaén, puesto que en el minuto sesenta y tres, un estratégico lanzamiento de falta de Jozabed le permitió a Hugo Álvarez cabecear hacia atrás en el primer palo y engañar totalmente a un boquiabierto Roberto.

Poco después, una nueva galopada de Suso le ocasionó un serio disgusto a René, pero el meta rechazo su cruzado lanzamiento, pero fue Íñigo Ros, el que en el minuto setenta y cuatro sí que le asentó un duro golpe, al cabecear a la red en el primer palo un lanzamiento de córner de Quique Rivero.

De aquí al final el choque entró en una verdadera fase de convulsión, con dos claras ocasiones para los locales, que ni Suso, ni Aridane, supieron materializar, mientras que los esfuerzos de los andaluces resultaron improductivos, concluyendo de esta manera un encuentro que al final, merecidamente, se decantó del lado insular.