Un gol de Abel en la segunda parte valió para desnivelar un mal partido por ambos bandos y volver a colocar a los blanquiverdes al borde de la zona de la fase de ascenso.
La primera parte fue para olvidar. Aunque los locales intentaron llevar la iniciativa, el juego brilló por su ausencia en ambos equipos.
Las ocasiones de gol no existieron y se redujeron a dos lejanos lanzamientos desde la frontal del área de Uli Dávila y Xisco para el Córdoba.
El Tenerife se limitó a jugar de forma ordenada y buscar un contragolpe con Suso y Ayoze que no llegó, por lo que Saizar pasó inadvertido en 45 minutos soporíferos.
Hasta el minuto 13 de la segunda mitad hubo que esperar para ver la primera buena oportunidad del partido.
Aridane asistió para dejar solo a Ayoze ante Saizar, pero el prometedor jugador tinerfeño no definió bien con un disparo que fue a los pies del meta local.
Cuando peor estaba el partido para los locales, Carlos Ruiz dejó pasar un centro desde la derecha que remató Abel Gómez, que acababa de entrar, desde la media luna del área, y mandó el balón a la red junto a un poste de Roberto, que nada pudo hacer.
El gol dio tranquilidad al Córdoba y el Tenerife empezó a desmoronarse. Tanto que a quince minutos del final Uli Dávila pudo hacer el segundo, aunque su tiro cruzado ante Roberto se fue fuera por poco.
De nuevo tuvieron otra ocasión los blanquiverdes a siete minutos de la conclusión, fue López Silva el que, en una jugada individual, se fue de dos zagueros, pero Roberto paró su disparo.
