Sin admitir preguntas, tal y como habían anunciado por la mañana, Puyol anunció que a final de temporada "daré una rueda de prensa para despedirme". "No sé qué haré el 30 de junio, pero llevo cuatro años sin descansar y necesito descansar", ha añadido sobre su futuro inmediato.
Lo que sí ha dejado claro es: "No me marcho hoy, me quedan tres meses y lo daré todo para ayudar al Barça a conseguir los objetivos de la temporada".
Puyol, que cumplirá 36 años en abril, ha decidido abandonar una vida de azulgrana por las continuas lesiones que viene sufriendo y que solo le han permitido jugar 12 partidos esta temporada.
Pese a que el defensa culé había comentado en numerosas ocasiones su deseo de retirarse en el Barça, a los 40 años, al final, su estado físico ha precipitado su decisión.
Problemas con sus rodillas
Puyol ha sufrido muchísimas lesiones estos últimos años, aunque son las rodillas las que mayores problemas le han dado y las que le vienen impidiendo rendir al nivel de la máxima competición.
En mayo de 2011 fue la rodilla izquierda la que le obligó a perderse la final de Champions contra el Manchester United y gran parte del tramo final de esa liga. Por ese motivo, en junio de ese año se sometió a una artroscopia para extraer un cuerpo libre cartilaginoso proveniente de la tróclea femoral.
Tres meses después reapareció, pero en mayo de 2012, el de La Pobla volvió a someterse a una artroscopia en la rodilla derecha. Esta intervención le impidió participar con España en la Eurocopa de Polonia y Ucrania, por lo que no pudo levantar con la Roja su segunda Eurocopa después de la de Austria y Suiza en 2008 y del Mundial de Sudáfrica en 2010.
Además, solo diez meses después (en marzo 2013) Puyol volvió a pasar por quirófano para solucionar unos problemas con el cartílago de esa rodilla. En junio de ese mismo año, el capitán azulgrana se sometió a otra operación para que el extirparan un quiste de Baker que "le causaba dolor y le impedía competir con garantías", según el doctor Pruna.
Los problemas con esta rodilla se extendieron más de lo previsto y lo que iba a ser un mes de baja se alargó. No pudo empezar la pretemporada con el resto de sus compañeros y no recibió el alta médica hasta octubre de 2013, volviendo a una convocatoria después de siete meses alejado de los terrenos de juego.
En el Sadar, ante Osasuna, Puyol se volvió a vestir de corto el 19 de octrubre de 2013. Sin embargo, desde entonces el capitán culé no ha tenido regularidad. Las rotaciones de Martino o nuevas lesiones, como una lumbalgia que le impidió jugar en Sevilla, han terminado por convencer al central, que después de mucho meditar, ha decidido colgar las botas.
Se va del Camp Nou un jugador con garra, carácter, seguridad, dotes de mando... Sin duda el Barça y la selección española, le echarán de menos.