Salió de inicio el cuadro local con la novedad de Vicente Gómez en el once inicial en lugar de Momo y de Hernán Santana, ya recuperado, en detrimento de Roque Mesa, respecto al último encuentro de liga. La inclusión en la alineación del autor del gol de la victoria en Pucela significó un cambio en el esquema táctico del equipo. Sergio Araujo se desplazó hacia la banda izquierda dejando la parcela central libre para que el centrocampista de Schamann apareciese por aquella zona con sus habituales llegadas desde atrás.
Sin embargo, la idea no funcionó a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos de partido. Las Palmas no encontró demasiados huecos entre la muralla pepinera, formada por dos líneas de cuatro hombres por detrás del balón. Sólo un buen pase al espacio de Nauzet Alemán para el delantero argentino significó una ocasión de peligro para los locales, más allá de las acciones a balón parado. Pero el pichichi del equipo falló. Desacertado en los últimos partidos, no pudo desquitarse en ese mano a mano ante Queco Piña en el que el arquero sacó un buen pie para desviar el esférico.