El CD Tenerife regresaba al recinto tinerfeño con motivo de la décima jornada de LaLiga 1|2|3. Los blanquiazules afrontaban esta nueva cita con la ilusión de ofrecer otra victoria a los más de 12.000 espectadores que apoyaban desde el graderío, aunque el devenir del compromiso dificultó que los blanquiazules pudieran llevarse un triunfo que merecieron en un exigente encuentro.

El equipo isleño saltaba al césped del Heliodoro Rodríguez López con varias novedades en el once. José Luis Martí realizaba rotaciones debido a la carga de encuentros durante la última semana. Dani Hernández formaba en portería, con Luis Pérez e Iñaki en los laterales; en el eje central, Carlos Ruiz acompañaba a Aveldaño; en el mediocampo, Aitor Sanz y Vitolo repetían en el doble pivote, desempeñando labores más ofensivas Tyronne, Montañés y Víctor Casadesús. Juan Villar sería el gran referente en ataque de los blanquiazules.

Los insulares saldrían a por la victoria desde el inicio, con posesión y búsqueda de la portería contraria. En el primer minuto, el CD Tenerife estaba a punto de aprovechar una sesión atrás del cuadro numantino, pero Aitor Fernández permanecía atento para despejar el peligro.

El equipo dirigido por José Luis Martí seguía insistiendo sobre la meta rojilla. A los 10 minutos, llegaba el premio para los tinerfeños, en un saque de esquina botado por Aitor Sanz que Carlos Ruiz cabeceaba de manera inapelable al fondo de la red.

Con el gol blanquiazul, el CD Numancia trató de firmar la igualada, circunstancia que llegaría desde el punto de penalti por mediación de Guillermo (19'). Este contratiempo no mermó a un CD Tenerife, que regresaba a la carga, generando diversas aproximaciones a la portería soriana.

Sin embargo, a la media hora, el encuentro se complicaba todavía más para los nuestros por la lesión de Montañés, tras ser derribado en las inmediaciones del área visitante, y la posterior expulsión de Aitor Sanz (31'). El hondureño Bryan Acosta suplió al ex del RCD Espanyol.

A pesar de la inferioridad numérica, el CD Tenerife continuaba sumando escenas en ataque. Incluso, antes del descanso, un centro desde la derecha de Luis Pérez no encontraba rematador por poco. Con el 1-1 se marchaban ambos equipos a vestuarios.

La segunda parte arrancaba con una nueva mala noticia para los de José Luis Martí, ya que Juan Villar tenía que marcharse por molestias en el tobillo, y en su lugar entraba el pichichi Malbasic (47').

Los blanquiazules seguían sumando enormes esfuerzos para buscar un nuevo gol, teniendo mayor presencia en área contraria, a pesar de la inferioridad numérica. A balón parado, el CD Tenerife estaba cerca de adelantarse nuevamente en el marcador, pero el cabezazo de Aveldaño se encontraba con la respuesta de Aitor Fernández (53').

Inmediatamente, Iñaki probaba fortuna en un lanzamiento de falta directa que se marchaba cerca del larguero (54'). Nuevamente, en jugada de estrategia, Aveldaño se encontraba con otra notable respuesta de Aitor Fernández, en un gran cabezazo tras un preciso balón de Bryan Acosta (59').

José Luis Martí agotaba su último cambio dando entrada a Suso por Tyronne (60'). El capitán blanquiazul, muy aplaudido en su regreso a la competición, sería protagonista en una nueva aproximación de los tinerfeños, pero su potente disparo era repelido por el omnipresente Aitor Fernández.

El ataque blanquiazul gozaba de buena salud en la segunda mitad, debido al evidente esfuerzo de todo el equipo, a pesar de la inferioridad numérica. A un cuarto de hora de la conclusión, las fuerzas numéricamente se nivelaban con la expulsión de Dani Nieto para el cuadro numantino.

Pero el CD Tenerife sufría las secuelas generadas del generoso esfuerzo durante todo el partido. Dani Hernández tenía que emplearse a fondo para sacar una buena mano, abajo, a tiro de Pablo Valcarce (85'). Respondía Malbasic para los blanquiazules con un intento dentro del área que salvaba el meta visitante (87').

El marcador no se movería hasta el final, quedando un reparto de puntos para insulares y sorianos que mantiene a los de José Luis Martí cerca de los puestos de promoción de ascenso. El público del Heliodoro Rodríguez López supo recompensar el esfuerzo de los suyos con un acalorado aplauso tras el pitido del colegiado.