Cidemat La Galera se trabajó sobre todo las salidas, que en el deporte de la vela son muy importantes, donde se puede perder o ganar regatas. Los chicos y sus
entrenadores aprendieron mucho. Hicimos unas 50 salidas. No me quiero echar flores, pero esto es algo que me gusta. Le pongo muchas ganas", explica Javier
Hernández.
"Los chicos al principio no preguntan mucho, quizá por respeto. Luego se van soltando y ya preguntan más. Les intentó razonar las cosas", añadió. Hernández
explica que toma parte en este tipo de estas actividades auspiciadas por el Cabildo desde hace años.
Cuestionado por el alto nivel que han adquirido los navegantes tinerfeños de la clase Láser, Hernández encuentra una rápida respuesta: "Es por el trabajo de la gente de la vela aquí. Los clubes han hecho las cosas bien, apoyados por las federaciones Canarias y Tinerfeña y el resto de instituciones. También los deportistas han puesto mucho de su parte, pues han sabido aprovechar todo eso. Ha existo un buen trabajo en equipo. Ahora es cuando se empiezan a ver los frutos".
Culminado el período olímpico, Javier Hernández ha comenzado una etapa nueva en su vida: "Mi futuro ahora está encaminado a lo deportivo pero también a lo
profesional. Desde hace unas semanas ya me veo en la obligación de compaginar la vela con el trabajo. Me he decidido a iniciar esta otra aventura dado que ya resulta muy difícil vivir sólo del deporte.
Me he puesto al frente de la administración de loterías número 16 de Santa Cruz de Tenerife, en la calle Suárez Guerra. Ahora le dedico muchas horas a esta actividad, pues estamos comenzando y todos los inicios son duros, pero estoy muy ilusionado".