El partido comenzó con algún que otro silbido del poco público asistente y la respuesta de Sergio Suárez en forma de golazo. Apenas se cumplía el séptimo minuto de juego cuando Corrales centró desde la izquierda, Rivas despejó de forma defectuosa y el balón muerto cayó a los pies del gemelo, que sacó una gran volea cruzada que se fue a la escuadra derecha de Falcón sin que el meta pudiera hacer nada.

Los alicantinos, con mucho en juego, intentaron responder y Sergio sacó un zurdazo que se fue arriba ante la mirada de Raúl Lizoaín, hoy titular en detrimento de Mariano Barbosa. Poco después lo intentó, también sin fortuna, el veterano David Aganzo, mientras que la tercera ocasión foránea fue a la salida de un córner, pero entre Sergio Suárez y Raúl sacaron en primera instancia y luego el línea anuló la jugada cuando remataba desviado Aganzo. El joven Raúl fue el segundo en arrancar los aplausos del respetable, tras los logrados en el gol, cuando despejó de puños un envío al área y salió con firmeza.

Los minutos pasaban y el dominio del cuero era completamente visitante, aunque no del partido, porque la UD se defendía sin problemas y esperaba su oportunidad a la contra. Los alicantinos eran incapaces de llegar con claridad, teniendo sus opciones con remates nada claros, como el cabezazo de Tiago Gomes en el minuto 29 que se fue desviado.

A los 40 minutos un zapatazo lejano de David González, con su pierna mala, la izquierda, arrancó nuevos aplausos, aunque Juan Carlos, que antes del cuarto de hora tuvo que suplir al lesionado Falcón, detuvo sin problemas, llegándose poco después al descanso sin más sustos para ninguna de las dos porterías.

En la reanudación el choque arrancó con una tónica idéntica a la del primer periodo, dominio de cuero para los alicantinos pero Raúl pasando una tarde sin agobios y sus compañeros esperando una contra para poner la puntilla. Carlos Calvo, habitual verdugo de los amarillos en otros encuentros, lo intentó desde lejos en dos ocasiones, pero sin acierto.

En una de las contras que buscaba, a los 54 minutos, Francis Suárez reclamó penalti por manos de Mora, pero el andaluz Melero López no las vio, dejando seguir el juego. Diez minutos después llegó una jugada importante en el devenir del partido, una absurda falta en la media cancha que le costó la segunda cartulina amarilla, y la consiguiente roja, a Tiago Gomes.

Tan absurda como innecesaria, el Hércules pagó cara la expulsión porque aunque Mandía buscó variantes que le permitieran ir a por los tres puntos que necesitaba para intentar acercarse un poco más a garantizar su lucha por el ascenso, la UD iba a jugar aún con más tranquilidad. A los 73 minutos los de Juan Manuel Rodríguez pudieron sentenciar el duelo tras una buena combinación entre David González y Vitolo, incorporado poco antes con algún silbido del respetable, que acabó con un gol regalado a Roque Mesa, pero sólo ante Juan Carlos remató incomprensiblemente fuera.

Cuatro minutos después la opción de igualar fue para los visitantes cuando tras un córner que remató Aganzo arriba Melero López señaló juego peligroso de Herner. La infracción, a la altura del punto de penalti pero perpendicular al palo derecho de Raúl, se encargó de rematarla, contra la barrera, el propio Aganzo.

Fue la única ocasión de gol medianamente clara para los visitantes en un choque en el que defraudaron jugándose tanto en su lucha por el ascenso. Durante el último cuarto de hora estaba claro que si llegaba un gol, que iba a llegar, tenía que ser para Las Palmas, que en cada contra tenía peligro. Así Roque estuvo individualista primero y Vitolo poco después se la regaló al meta cuando se plantó solo ante él.

Pero a la tercera Las Palmas no perdonó. Una nueva contra y buen balón en profundidad para Vitolo. El interior isleño remató con la zurda cruzado abajo y Juan Carlos realizó una gran parada, pero el esférico, muerto, llegó a los pies de Javi Guerrero, que en su retorno al césped tras la lesión no perdonó a puerta vacía. Hasta el final, poco más, la incomprensible autoexpulsión de Aganzo y un remate demasiado cruzado de Roque tras una perfecta asistencia de Portillo para culminar un partido en el que los amarillos, muy tarde, se reencuentran con la victoria.