Durante su intervención Bermúdez enumeró los motivos por los que Cabrera era merecedor de esta distinción "ya que además de elevar el nombre de la Isla a lo más alto del panorama deportivo nacional y europeo, la tarea liderada por Quico Cabrera multiplicó la popularidad del voleibol en Santa Cruz y otras poblaciones isleñas." El alcalde señaló que "gracias a ese trabajo, hoy en día son muchos más los practicantes de esta disciplina, con una implantación especialmente singular entre las niñas y jóvenes, que ven colmada con la práctica de esta actividad su deseo de hacer deporte en equipo".
Tras el alcalde, intervino una de las hijas de Quico Cabrera, Irene, quien agradeció el homenaje por parte del Ayuntamiento y aseguró sentir "una emoción especial al estar en el mismo edificio en donde más tiempo pasé con él y saber que aún incluso cuando nosotros ya no estemos, su nombre perdurará ligado al deporte".
Finamente y después del descubrimiento de la placa, ubicada en el hall central del edificio, el acto finalizó con la actuación del cuarteto Rossini.
El Pleno aprobó el 30 de enero la propuesta realizada por el instructor del expediente, el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, José Ángel Martín, que firmaba un expediente que valoraba que la labor de Cabrera ha sido de una extraordinaria trascendencia para todo el deporte insular, canario y nacional. Esta propuesta concluye un expediente de honores y distinciones que el Ayuntamiento inició en 2009.
José Francisco Cabrera Acosta nació en Isora (El Hierro) en 1951. Siendo muy joven, emigró a Venezuela con sus padres; allí dio sus primeros pasos en el mundo del voleibol. En 1981, años después de su regreso a las Islas y ya estabilizado en Tenerife, fundó el Club Voleibol Tenerife. En 2009, a los 57 años de edad, se produjo su fallecimiento tras 27 de dedicación al deporte en las Islas.