Hasta ahí, el partido creció con el Unicaja disfrutando de ligeras rentas en el electrónico, pero incapaz de romper el encuentro ante el ímpetu local. Pese a las bajas, los de Joan Plaza explotaron la profundidad de su plantilla y, sobre todo, impusieron su físico. Sin Hendrix, finalmente ausente por sus problemas en el tobillo, y con la baja de última hora de Jamar Smith, que se lesionó en el calentamiento, el resto del plantel andaluz dio un paso al frente y planteó un partido muy serio.
El buen hacer de Alberto Díaz en la dirección y los mejores minutos de la temporada de Fran Vázquez cimentaron las primeras ventajas de los visitantes (22-29, 18'); si bien el Iberostar Tenerife hizo varias veces la goma para evitar que la ruptura fuera a mayores. Los puntos de Javi Beirán y el buen trabajo del colectivo en tareas defensivas mantuvieron a los canaristas aún a tiro (25-30, 20') para opositar incluso con más argumentos a la vuelta del descanso.
No era sencillo para los de Vidorreta hacer su juego, sobre todo a medida que Mindaugas Kuzminskas, uno de los aleros altos con más talento del continente, se iba metiendo en partido (37-45, 28'). Aún así los aurinegros tuvieron minutos de lucidez y encadenaron por fin varias acciones de mérito en ataque. Sendas canastas de Hanley y O'Leary tras rebote ofensivo, un triple de Jones poco después de un robo suyo, cimentaron un 7-0 de parcial (44-45, 30') y metieron en serios aprietos al Unicaja.
Fue ahí cuando los andaluces tiraron de repertorio para dar otro arreón importante con los triples de Díaz y Jackson desde la esquina (50-58) y sendas canastas de Vázquez y Kuzminskas (53-62). Eso, al tiempo que imponían su físico para capturas varios rebotes ofensivos que le dieron vida cuando más lo necesitaban. El Canarias lo intentó con un último empujón (57-62), pero las pérdidas le acabaron lastrando y minimizaron ya del todo sus opciones de victoria ante un rival muy serio, que demostró el enorme potencial que atesora su plantilla.