La irrupción de Sastre y el poder interior de Kratsov metieron a los anfitriones en partido; al tiempo que el Canarias se atascaba en ataque, donde la zona de los de Casadevall forzó más errores de la cuenta entre los aurinegros, negados a partir de este momento en la larga distancia. Sin visitas al tiro libre en toda la primera mitad y con el CAI defendiendo duro, el apagón aurinegro se tradujo en un 13-0, que iría luego a más a medida que Jelovac sumaba argumentos para los suyos en ataque (43-24, 20').
Con una losa demasiado pesada a sus espaldas, sin Hanley lesionado y con Richotti mermado, el Iberostar Tenerife lo intentó tras la pausa en un difícil ejercicio de fe que no pasó de reducir la renta local sin la contnuidad necesaria. No estaba dispuesto el CAI a perder su colchón de puntos, por lo que cualquier amago de reacción visitante quedó en saco roto. Tiró de orgullo el Iberostar, con Beirán y Sekulic como principales estiletes en ataque, lo que unido a un último arreón de Richotti estrechó el tanteo final, pero la victoria acabó quedándose en tierras aragonesas por 78-65.