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21 Oct

El Canarias se quedó blanco (86-88)

El Canarias cambiaba la historia, la reescribía con tinta aurinegra. Si en Moscú lo hicieron, en Tenerife también se podía.

La Laguna/ Durante casi 40 minutos, eso fue posible, pero allí llegó el Madrid. Los tinerfeños ganaban por 12 (82-70) y cayeron por dos con un parcial de 4-18 en los últimos suspiros (84-86).Carroll cavó la tumba (26 puntos) y Rudy Fernández escupió los últimos granos de tierra. El Canarias rozó el milagro y su primera victoria en liga. Los canaristas soñaban y les despertaron. El Canarias se quedó blanco.

>> Lo mejor: No hay nada mejor en esta vida mitad sueño idílico mitad realidad ingrata que sentirse vivo. El Canarias lo siente recorrer por sus venas, le quema en sus entrañas y le tiembla la piel. El que lo niegue miente o está muerto, quizás ambas a la vez: ¡El Canarias vive! Ya lo sabe la ACB por los rumores que le llevará el Madrid de Laso. Este Canarias puede luchar con cualquiera y asesinar al que sea. Con un +12 en el último cuarto, el Canarias rozó el milagro. Eso y nada más es lo mejor: la derrota con sabor a victoria.

>> Lo peor: Si hay que ponerle un pero a este partido de ensueño es a los últimos tres minutos de partido. El Canarias tenía un +12 (82-70) y terminó con un 4-18 en contra. El resultado no fue otro que la derrota. La inexperiencia canarista se cobró con creces.

>> Ganar para perder: El Canarias ganó tres cuartos, tuvo mejor porcentaje de tres, repartió más asistencias y perdió menos balones. Su partido debió ser una victoria, pero el deber ser no es siempre el ser. Así, los fallos puntuales en los momentos más importantes le condenaron.

>> Derrota agónica: Saúl Blanco tuvo la última oportunidad, pero su bomba entró fuera de tiempo. Derrota agónica, mas el Canarias cayó como lo hacen los grandes: de pie.

>> Los cinco de Alejandro: Alejandro Martínez ha encontrado el amor cinco veces para empezar los partidos. Uriz, Blanco, Rost, Doanldson y Sekulic. Ese es el quinteto que Martínez prefiere para arrancar y parece el más equilibrado. Pero que nadie dude de que el técnico canarista puede cambiar, innovar o arriesgarse. Ejemplo primero: Rost con dos faltas, se juega con tres grandes (Chagoyen, Guillén y Lampropoulos). Locura o ausencia de complejos.

>> ¿Pero quién es ese?: Ese que sustituye al titular; ese que porta en su casaca el número que los grandes del fútbol anhelan; ese que 'marsellea' más que Zidane y hace más 'crossover' que Hardaway. Ese que no había aparecido y que de repente llegó como llega el invierno, ese es Carlos Biviá. El valenciano fue más de lo que antaño fue y contra el Madrid demostró que él puede ser el base que necesita el Canarias. Enorme en ataque y aplicado en defensa. A pesar de ello, Martínez jugó los últimos minutos con Uriz en cancha.

>> Blanco 'cara de póquer': Saúl Blanco lo sabía, era el único que lo sabía. El ovetense era el único de la plantilla que le había ganado a los blancos y se encargó de guiar la senda casi perfecta. Dicen algunos que tiene cara de póquer, pero contra los madrileños grito más que nadie y apretó tantas veces su puño como puntos consiguió. Empieza a ser lo que se espera de él: una estrella.

>> Prohibido tirar de tres: Si al Santiago Martín le borrasen las líneas del triple, el Canarias sería un equipo más sólido y temible. Sus estadísticas desde los tres puntos han sido nefastas en este inicio de liga. Una de sus mejores armas el año pasado, se ha disipado como el humo en el cielo. Al descanso contra el Madrid, los canaristas llevaban un 3 de 13, aunque terminaron con un 50 por ciento de efectividad. No obstante, debe mejorar.

>> Carroll, matador: Jaycee Carroll es mormón y ha sido misionero. Un hombre piadoso en toda regla. Sin embargo, ante el Canarias el de Utah fue un torbellino, una metralleta que no fallaba. Se parece a Richotti, pero este escolta es un anotador puro. Sus 26 puntos tienen firma: Carroll, matador.

>> Richi nunca muere: Ricardo Guillén empezó el partido apático, sin tino ni acierto. No obstante, este tinerfeño tiene una calidad innata, un prodigio. En los últimos minutos, el fue el mesías que llevaba a su equipo a la victoria. Aunque no pudo ser, Richi acabó con 18 puntos. Richi nunca muere.

>> Rudy sin fusil, pero letal: A pesar de sus 16 puntos, Fernández no fue el 'shooter' esquizofrénico que suele ser. El Canarias lo contuvo bien, pero a falta de fusil, Rudy sigue siendo letal. Su canasta de la victoria lo demuestra.

>> La tradición del marcador: El Santiago Martín es un pabellón obediente, de esos que no faltan nunca el respeto ni desoyen las tradiciones. Venga quien venga y con los galácticos que llegue, la norma se cumple: el partido empieza y el marcador se queda inmóvil. El Canarias mejora, su marcador no le sigue el ritmo.

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