"Estoy muy contento porque el coche funcionó a la perfección y por el profesional trabajo de Baporo, por lo que regresamos a Canarias despejando todas las dudas que teníamos", destacó un feliz Oliver Rodríguez. En esta prueba de montaña, que disputaba por primera vez, fue cuarto después de cinco mangas celebradas. "Era un escenario ideal porque íbamos a afrontar 25 kilómetros de test real", por primera vez con neumáticos slicks de la marca Pirelli. "No conocíamos este calzado ni tampoco el terreno, que no tiene nada que ver con Canarias" y esto, unido a que era el único de cabeza con brida de 34 mm, "nos hace valorar el resultado final de una manera positiva. Hacía nueve años que no pilotaba el SEAT Córdoba WRC y otro tanto que no acababa una carrera, así que la lectura para nosotros es más satisfactoria", asegura el de Autos DIBAR.

Oliver tomaba el volante a primera hora de la mañana del domingo. Una primera toma de contacto con el trazado de Sant Mateu de Bages 'Memorial Laia Altimira' en el que paraba el crono en 3:10.841. En el siguiente intento ya detenía el reloj en 3:00.135, finalizando esta parte de la carrera con otra rebaja: 2:54.540. A partir de ahí el piloto de Lanzarote iba a enfrentarse a dos mangas oficiales; el mejor tiempo determinaría la clasificación final. En la primera ascensión al trazado de 5.000 metros marcó un tiempo de 2:55.159, empeorando en el último 'round' apenas 203 milésimas, sellando así la cuarta plaza final entre los Turismos, a sólo dos segundos del podio.

Y con esta positiva lectura el SEAT Córdoba WRC pondrá rumbo hacia tierras canarias, con el propósito de que esté listo para el Rallye Villa de Teguise.