El mallorquín sigue al frente de la clasificación general y le basta con hacer podio en las dos carreras que quedan para proclamarse campeón de MotoGP por segunda vez en su carrera, con lo que haría historia al ser el primer español en hacer doblete en la máxima categoría. Y puede ser en Australia, si Lorenzo le mete tres puntos o más a Pedrosa.
La distancia recorrida no era suficiente para dar por terminada la carrera en el momento de verse la bandera roja, por lo que los pilotos supervivientes esperaron durante varios minutos por si se reanudaba la carrera.
En pista el enfado fue de Lorenzo, pero en 'boxes' el indignado era Pedrosa, porque no entendía por qué no se habían esperado más para decretar la suspensión. Al final, todos contentos.
La carrera en sí no tuvo más historia que el adelantamiento del piloto de Castellar del Vallés al balear en la décima vuelta. Hasta ese momento había mandado Lorenzo desde el semáforo verde.
Meritorio Bautista
Por detrás, Stoner aguantaba sin demasiada presión, aunque Valentino Rossi le achuchó durante las primeras vueltas después de remontar seis puestos en la salida, a costa de un Álvaro Bautista que se colocaba a su rueda.
El talaverano vio luego como le iban pasando otros pilotos como Andrea Dovizioso, Stefan Bradl o Nicky Hayden, pero su temple le mantuvo sobre la Honda Gresini hasta el final y se vio favorecido por las salidas de pista.
El aguacero propio de un clima monzónico como el de Malasia resultó traicionero para Bradl, Crutchlow o Spies, que pugnaban por acercarse a los puestos que quedaban detrás de los del podio y dieron las primeras señales de la necesidad de la suspensión.
A Bautista le siguieron unos meritorios Héctor Barberá y Aleix Espargaró, de nuevo el más rápido con una CRT. Fue la mejor carrera para los españoles, después de ver un podio sin ninguno de los nuestros en las otras dos categorías.