La cuantía de estos fondos será, para los seguros de retirada y destrucción de animales muertos en la explotación- también en sus opciones renovables-, del 55 % sobre la prima comercial base neta del seguro. Para el resto de seguros ganaderos y la acuicultura, ésta sera del 30 % del coste neto sin tener en cuenta los recargos de contratación; y en el caso del seguro con coberturas crecientes para fincas de plátano o de tomate, del 13 % sobre la prima comercial base neta del seguro. Para el resto de seguros agrícolas el porcentaje será del 35 %.
Desde el comienzo de las crisis muchas Comunidades Autónomas han rebajado o suprimido las partidas presupuestarias de apoyo a los seguros agrarias, sin embargo, Canarias, pese a los recortes presupuestarios ha mantenido estos dos millones de euros destinados a este concepto.
El Sistema de Seguros Agrarios en España es la principal herramienta para garantizar la renta de los productores agrarios ante circunstancias no controlables por los mismos, que pongan en riesgo sus ingresos. Así, los agricultores y ganaderos transfieren el riesgo a las entidades aseguradoras, mediante la formalización del contrato de seguro, con el fin de dedicarse plenamente a la función productiva en su explotación. Todo ello debe poder realizarse a un coste razonable y asumible por el sector agrario.
Las líneas de seguros han ido adaptándose para dar respuesta a dos necesidades básicas de los seguros en el Archipiélago, las modalidades de contratación adaptadas a los ciclos de cultivo de Canarias y la cobertura de los riesgos característicos de nuestra agricultura, que a diferencia de la peninsular son el viento y la ola o golpe de calor (altas temperaturas acompañadas de bajas humedades relativas), sin dejar de amparar otro tipo de riesgos con importantes incidencias como inundaciones-lluvias torrenciales, incendios, etc.)
Desde el Plan de Seguros Agrarios 2.011 se está realizando la gradual adaptación de las líneas de seguros existentes a los denominados "Seguros con coberturas Crecientes", concebidos como pólizas en las que, manteniéndose el grado de cobertura de las líneas actuales, el productor que los contrate puede elegir entre unas coberturas básicas, lógicamente con un menor coste de prima, e ir añadiendo coberturas adicionales, en función de las características de su explotación y de su percepción del riesgo.
En el año 2.005 las producciones de Canarias solo contaban con líneas de seguros específicas colectivas para el plátano y tomate e integral para la uva de vinificación de Lanzarote y de Cebolla de Lanzarote. Actualmente todas las producciones agrarias de Canarias cuentan con el amparo de las coberturas de alguna de las líneas de los seguros agrarios combinados y las principales producciones cuentan con líneas específicas para las islas.
