Narvay Quintero ha informado de que el Gobierno de Canarias tiene ese objetivo principal, y otros que ha calificado como "estratégicos" y que tienen que ver con la "reducción de la dependencia alimentaria del exterior, el equilibrio entre las producciones de exportación y las destinadas al mercado local y promover una estabilidad para el sector primario". Para ello ha anunciado que "hemos pedido que las RUP estén en la negociación con Europa respecto al futuro POSEI".
El consejero, que participó hace unas semanas en unas jornadas sobre el futuro de la Política Agraria Común europea, ha destacado el diálogo fluido con el sector y que es "la base para tener una voz única en Madrid y Bruselas". Ha apostado además por mantener una programación descentralizada, que se adapte a las necesidades de cada región europea, respetando la singularidad de sus productos, y un aumento en las ayudas que llegan de Europa, "ayudas que la Comisión Europea ha reconocido como insuficientes, lo que ha obligado a cada estado miembro a completar la ficha financiera".
Negociación con terceros países
Quintero ha destacado como clave para garantizar el futuro de esa política agraria, y del sector primario de las Regiones Ultraperiféricas, la exigencia de que Canarias y el resto de las RUP "estén presentes en las negociaciones con terceros países, ajenos a la UE, al contrario de lo que ocurrió hace unos años cuando se cerraron acuerdos con productores de centro y Sudamérica, o del Mediterráneo".
"No estamos pidiendo nada extraño", ha advertido Quintero, "tan sólo que se cumpla el reglamento del POSEI y su artículo 32.4, que nos reconoce el derecho de ser tenidos en cuenta a la hora de llegar a acuerdos comerciales con terceros países".
Además, ha añadido el consejero, esos acuerdos deben "cumplir con las mismas exigencias de seguridad alimentaria que cumplen los productores locales, no es de recibo que las exigencias respecto a sostenibilidad y derechos sociales y laborales sólo se apliquen a quienes producen en Europa"