La moción también solicita al Ejecutivo regional que implante controles para verificar que los responsables de haber comprado todos los productos reduzcan el precio de venta para repercutir así las ayudas ya cobradas.
Y es que a las compras habituales de los ganaderos, de pronto estos operadores realizaron compras masivas por las que han percibido 28,2 millones de euros de subvención -22 millones por cereales y soja y 6,2 por paja y alfalfa-, lo que supone lo que quedaba de la ficha financiera prevista para todo el 2018, que ronda los 65 millones de euros.
Con todo, a estas alturas del año ya han sido consumidos 220 millones de kilos de cereales y soja, 86 millones de kilos de alfalfa y 33 millones de paja, es decir, lo necesario para la producción ganadera de Canarias.
La situación que ha tenido lugar este año no tiene precedentes en la historia desde la creación del Régimen Específico de Abastecimiento en 1992, por lo que los ganaderos denuncian que este aumento de la demanda se debe a una práctica comercial de algunos operadores, ya que no ha habido un incremento tan significativo de la cabaña ganadera.
Este hecho, ha provocado que desde finales del mes de mayo ni empresas fabricantes de piensos, ni distribuidoras, ni ganaderos puedan adquirir estos productos en el exterior con esta ayuda, así que no le queda otra que comprárselo a las empresas que lo han acaparado, lo que conlleva diversidad de disfunciones y el incumplimiento de la finalidad de la ayuda de la Unión Europea.