Los vencejos son aves migratorias que pasan los inviernos en África y regresan a Europa para la época de cría, en el caso de Gran Canaria se comienzan a ver en el mes de febrero y permanecen hasta que finaliza el verano.
Existen tres especies de vencejo, el unicolor -que solo cría en la región macaronésica y es el más habitual en Gran Canaria-, el pálido y el común.
Son ágiles voladores que pasan gran parte de su tiempo en el aire, donde duerme y se aparean, tanto es así que solo se posan para anidar, incubar sus huevos y alimentar sus pollos. De hecho, también los adultos que caen al suelo tienen problemas para emprender el vuelo por sus pequeñas patas y largas alas. Son capaces, además, de recorrer en muy poco tiempo la isla en busca de insectos para alimentarse.
Su sonido, ese chillido breve, continuado y agudo, se suele relacionar con la llegada del buen tiempo, y aunque podrían parecer golondrinas, tienen las alas más largas y son vencejos. Otra de sus características es que nidifican en zonas muy inaccesibles como en lo alto de grandes edificios de la ciudad, en paredes o en riscos donde hacen un pequeño agujero para depositar los huevos.
Al tratarse de una especie insectívora su presencia resulta importante para la ciudadanía ya que ayudan a controlar las poblaciones de insectos.
Por su instinto retornan al lugar donde nacieron para anidar, y lo hacen en todas las islas canarias, y en el caso de Gran Canaria es habitual ver estos ejemplares cualquier zona, de manera que los cien o doscientos vencejos que salve la ciudadanía, retornarán a nidificar.
Quien halle una de estas crías solo tiene que llamar al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo al 928 351 970 o al 112 y el Cabildo se encargará de reintroducirlo en el medio. Además, por precaución recomienda no dar comida ni bebida al animal, solo hay que ponerlo en una caja hasta que lleguen los técnicos del centro.
En estos días de confinamiento el ser humano ha sido testigo de cómo algunas especies marinas como ballenas y tortugas se dejan ver por la costa grancanaria debido a la disminución del tráfico marítimo y la actividad acuática, lo mismo pasa con las especies terrestres, donde el parón de actividad hace que las especies se acerquen a lugares a los que antes del confinamiento no se atrevían, tal como ha constatado el personal del Cabildo.