A pesar de que la noticia de la semana haya sido que al incompetente de Rajoy Angela Merkel le haya dado en todos los besos con el irrefutable hecho de que el rescate a la banca no va a ser posible de manera directa y los más de 40 mil millones prestados para sanear a la banca serán contados como déficit público todos los medios, en una pura maniobra de distracción, no hablan de otra cosa sino de la red de blanqueo de dinero y extorsión montada por el ciudadano de origen chino Gao Ping. Las informaciones más generosas se atreven a cifrar el dinero defraudado en unos 1.200 millones de euros, ahora se está hablando de 600 millones en dos años que es lo que por el momento puede demostrarse, sin que sea aclarado de verdad cuánto es el dinero y sin decir que, en todo caso, Hacienda como mucho hubiera podido meter mano a un 30 por ciento de todo esto mientras el Partido Popular, y un infame ministro del interior Jorge Fernández Díaz, hablan del riesgo a la economía nacional las prácticas de este sujeto sin apercibirse que el auténtico riesgo nacional es la política revanchista y de ultraderecha que está llevando a cabo el Partido Popular. Si la situación de tercermundialización que está viviendo la economía y la sociedad española no fuera tan graves como la que nos estamos enfrentando, y la que nos queda por enfrentar en 2013 que sin duda será peor año, sería para partirse el culo de risa porque, desde hace ya tiempo, los políticos han decidido hacerles la competencia desleal a los humoristas en su propio terreno.

El desplome de los socialistas en Galicia y Euskadi, donde bajan de media más de 10 puntos en porcentaje de voto en ambos territorios, refuerza al PP de Mariano Rajoy en el feudo gallego, al revalidar con holgura su mayoría absoluta; da alas al frente nacionalista soberanista en el País Vasco, en el que se integran PNV y EH Bildu, la nueva Batasuna; y abre una crisis de resultados inciertos en la dirección nacional del PSOE.