Asimismo, el presidente del gremio de pasteleros detalla que lo primero que deberían hacer los municipios es exigir a la gente que vende productos de panadería o pastelería que se encuentre en situación legal de trabajo y en segundo lugar, que cumplan unas mínimas normas sanitarias para la manipulación de este tipo de alimentos, afirma la Cámara de Comercio en un comunicado.
Según expone el presidente de la Cámara, Ignacio González Martín, las islas cuentan con pastelerías de gran calidad que trabajan dentro del marco legal y ofrecen un producto seguro, elaborado bajo el compromiso de ofrecer la máxima calidad en cuanto a materias primas y procesos de elaboración.
Añade, además, que las pastelerías asociadas a Pasteleros de Canarias cuentan con un distintivo que asegura la máxima calidad de sus productos, y se sitúan dentro del marco legal empresarial.
La Asociación de Pasteleros advierte además de que "la venta ambulante de pastelería que denominan, de forma incorrecta, como "casera" con fines lucrativos, así como la fabricación y venta por parte de "pseudoempresas" que trabajan de forma clandestina, no sólo dañan al sector, sino que, además, es un factor de riesgo para la salud de los consumidores.
Este colectivo asegura que no quiere crear una alarma social pero si dar a conocer los perjuicios que la actividad no regulada pueda ocasionar a la ciudadanía.
Al respecto advierte del peligro que ocasiona el consumo de productos elaborados sin ningún tipo de control sanitario y sin forma alguna de responsabilidad civil que pudiera responder en caso de toxinfección alimentaria o cualquier daño ocasionado tras su ingesta.