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28 Ene

La Cámara celebra los datos de la EPA y anima a "seguir estimulando" el mercado laboral canario

Santa Cruz de Tenerife/ Durante el año 2021 el mercado laboral de las islas consigue recuperar el nivel de empleo perdido en 2020 por el parón que sufrió la economía por el COVID-19. Un restablecimiento que ha permitido que la cifra de ocupados y de parados se sitúe en niveles similares a los de finales de 2019, al igual que la tasa de paro.

Así, Canarias cierra el año 2021 con 938.000 ocupados y 219.100 parados según la Encuesta de Población Activa que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística en el día de hoy, 110.600 ocupados más y 59.900 parados menos que los registrados un año antes, mientras que la tasa de paro se sitúa en el 18,9%, 6,3 puntos porcentuales más baja que la registrada a finales de 2020.

La Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife valora de forma "muy positiva" este comportamiento y apunta que el gran reto que tiene el mercado laboral para este año es el de consolidar esta recuperación e incluso propiciar las condiciones necesarias para que se siga estimulando, con el objetivo de reducir la elevada tasa de paro que aún registra el Archipiélago y que en estos momentos se sitúa, junto a Extremadura, como la tercera región española con mayor tasa de paro del país, tan solo superada por las de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla y la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Una mejora que tendrá que provenir de la capacidad que tengamos para dar continuidad a la recuperación de la economía, aun sujeta a muchos retos e incertidumbres; pero también de una buena planificación de las políticas activas de empleo para poder casar oferta con demanda de trabajo, pues uno de los factores que más limitan el desarrollo del mercado laboral de la islas es el de encontrar personal cualificado para cubrir determinados perfiles profesionales con las competencias necesarias que requiere un mercado de trabajo cada vez más cualificado y competitivo que debe de apostar por la productividad.
También será necesario seguir trabajando por mejorar el empleo y la empleabilidad de los colectivos más vulnerables o con mayores tasas de desempleo, como es el caso de las personas mayores de 45 años o los jóvenes menores de 25 y cuya tasa de paro fue del 52% al cierre del año 2021, 5,6 puntos superior a la tasa de paro registrada para este colectivo en el ámbito nacional (30,7%).

Además, 2022 está siendo un año con importantes cambios normativos en el ámbito laboral y en materia de revisiones salariales, por lo que las empresas deberán adaptarse a esta nueva regulación que, a juicio de la entidad cameral, debe ser prudente y oportuna en el cómo y en el cuándo, teniendo presente la realidad de los diferentes modelos productivos y tipologías de empresas y priorizando siempre no poner en riesgo la recuperación. En este sentido, la Cámara apunta también que se tendrán que seguir buscando estímulos para mejorar la productividad del factor trabajo, consiguiendo así no solo consolidar el empleo creado sino también estimulando la creación de nuevos puestos de trabajo.

El efecto de arrastre del sector servicios, clave para la recuperación del empleo
Esta recuperación tan importante del empleo ha sido incluso superior a la revitalización de la economía debido fundamentalmente al impulso que se produjo en el segundo semestre del año y, principalmente, en los últimos meses del ejercicio, en los que el sector turístico, con todos sus efectos de arrastre, cogió un importante impulso volviendo a recuperar el empleo perdido durante los peores momentos de la pandemia en los que su actividad se tuvo que suspender.

De los 110.600 empleos creados en 2021, 97.800 se produjeron en el sector servicios, seguidos a gran distancia por los incrementos experimentados en los sectores de la industria con 9.800 ocupados más y la construcción con un incremento de 3.800 personas, siendo el sector primario el único que acusa un retroceso anual de 1.000 ocupados durante el año 2021. Además, el impulso se produjo tanto en el ámbito privado como en público, que tuvo que reforzar sus plantillas, principalmente en el ámbito sanitario y en el de la educación, para hacer frente a la pandemia. De hecho, el empleo público creció un 11,6% anualmente con 19.100 ocupados más en un año, mientras que el empleo privado lo hizo a una tasa de variación anual del 13,8% que supone 91.500 empleos más que los existentes al cierre de 2020.

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