Para Trujillo, "en una primera fase, el objetivo de la reforma laboral no es crear empleo, sino destruirlo. Pues serán la generalización del desempleo, el aumento de la pobreza y la precariedad social lo que generen las condiciones de miedo y desesperación que hacen que la gente acepte empobrecerse, que sus hijos vivan peor que sus progenitores y que crezca notablemente la desigualdad".
El coordinador de IUC destaca que, "según el Fondo Monetario Internacional, en 2018 volveremos a tener la misma renta por persona que en 2007. Sin embargo, habrá entonces salarios más bajos, peores servicios sociales, retraso en la edad de jubilación y peor calidad de vida. El bipartidismo está creando condiciones estructurales que destruyen el estado del bienestar e incrementan sustancialmente las desigualdades. El proyecto económico de PP y PSOE está subordinado a los intereses de los poderes económicos privados".