Canarias/ La organización sindical denuncia que lejos de garantizar la pluralidad, la nueva normativa que regula el ente público traerá como consecuencia más manipulación y conflictividad laboral.
La Confederación General del Trabajo (CGT) lamenta el bochorno que están protagonizando los partidos políticos con representación parlamentaria en Canarias al repartirse la RTVC como si fuera un objeto de su propiedad. La nueva normativa que regula el ente público lejos de garantizar la pluralidad, como auguraban, no será más que un marco legal que propiciará más manipulación y mayor conflictividad laboral.
El último capítulo de este esperpento ha sido la designación de los candidatos a ocupar los puestos en el consejo rector de RTVC. PP, PSOE y CC colocaron a sus comisarios políticos sin ruborizarse lo más mínimo. El caso del PP fue del todo intolerable, al designar a un militante con carné de su partido como miembro de este órgano. Sin embargo, el resto de organizaciones políticas no puede presumir de limpieza, ya que los nombramientos realizados son del todo sospechosos.
La CGT considera que la renuncia reciente del candidato del PSOE, Paco Moreno, alegando no estar de acuerdo con la designación del miembro del PP, no es más que una maniobra propagandística debido al revuelo mediático que tal nombramiento ha desatado. De lo contrario podría haber presentado su renuncia hace meses, cuando ya conocía que el consejero propuesto por el PP era Juan Santana, conocido por desempeñar distintos trabajos siempre al servicio de José Manuel Soria.
Este sindicato reitera la necesidad de que la gestión del canal público pase directamente a las manos de los trabajadores si de verdad pretende ser un medio libre, sostenible y objetivo. El resto de medidas que se ejecuten no serán más que intentos más o menos hábiles para disfrazar el hecho de que la RTVC es una herramienta al servicio de los partidos en el poder, como ha sucedido hasta el momento.
