Cae el desempleo en todos los sectores salvo en el de la construcción, dejando un saldo final en 2016 de 229.233 personas inscritas en las oficinas públicas de empleo en Canarias. El descenso mensual alimenta el interanual, cayendo dicha cifra de paro en 18.296 personas a lo largo de todo el año. Por otro lado, los cotizantes medios a la seguridad social se incrementan en 5.210 personas respecto al mes anterior, incrementándose en 40.135 personas si tomamos en consideración el año completo. No obstante, la precariedad laboral hace que estos buenos datos no logren consolidar una senda completa de recuperación, teniendo en cuenta que cerramos el año con una temporalidad contractual cercana al 90%.
Sin empleo de calidad no hay recuperación posible, por lo que hay que reforzar cualquier tendencia de mejora con políticas económicas de crecimiento y desarrollo que mejoren la inversión y el poder adquisitivo de la población
Por ello, la actual política económica es incompatible con la generación de actividad económica de alto valor añadido que genere empleo de calidad, con la consiguiente caída continua de las cifras de paro. Para CCOO Canarias, no tiene sentido el crecimiento económico si no se pone al servicio de la sociedad y va acompañado de un reparto de la riqueza y de creación de empleo. Por ello, se hace necesario un giro social para revertir los efectos de las políticas de austeridad y recortes; empezando por la derogación de las reformas laborales, por recuperar el papel de la negociación colectiva, acabar con la pobreza salarial y social, reformar el sistema fiscal y recomponer los ingresos.
El nuevo tiempo político exige diálogo y consenso para que se gestionen las demandas mayoritarias de la sociedad. Para afianzar una situación de recuperación se debe generar el entorno adecuado para incrementar el consumo vía rentas provenientes del empleo y de la inversión a través de la negociación colectiva y el consenso. De ahí que hay que demandar un mayor esfuerzo a las políticas públicas para que sostenga rentas que permita a las familias sufragar sus deudas a la vez que fomente el consumo y potencie la cartera de pedidos de las empresas para que éstas rentabilicen sus inversiones y generen más empleo.