El gobierno del PP sigue así los pasos duramente restrictivos de la CEOE en materia retributiva para el conjunto de los trabajadores del sector privado, y obliga, más aún si cabe, a una acción unitaria del conjunto de sindicatos para una inmediata campaña de movilizaciones y de presión que, con carácter progresivo y ascendente debe desembocar en una protesta general cuyo alcance y carácter lo determinará la propia dinámica. Nunca antes se habían concentrado mayores razones para que los trabajadores salgan a la calle.
El alcance, que en forma de sacrificio tiene la pretensión del gobierno y de la patronal de alargar el sufrimiento a la mayoría social, obliga a los grupos políticos con un mínimo de sensibilidad democrática, a vetar las propuesta de presupuestos públicos de España y Canarias para el 2008 hasta que no se dediquen partidas a tal fin, además de llevar iniciativas a las instituciones públicas para que las organizaciones empresariales destinen parte de los beneficios acumulados de la actual bonanza económica a mejorar mediante acuerdos sectoriales, las condiciones laborales y salariales de los trabajadores.
Marco Canario de Relaciones Laborales
Intersindical considera que en esta propuesta de movimiento de protesta, además, hay que incorporar, una agenda reivindicativa canaria para la homologación de los salarios, la calidad de empleo y jornada laboral a la media del Estado, asunto este que, obligatoriamente tiene que comprometer al conjunto de sindicatos en razón a la histórica y mantenida discriminación que les impone a los trabajadores de las islas, pinzados entre los peores sueldos y el trabajo más severas del conjunto del Estado en un contexto de progresiva y silenciada economía sumergida.
Para Intersindical Canaria, considera que debe establecerse debe un marco canario de relaciones laborales en el que se aborde la situación especial y excepcional de Canarias, complementario a los acuerdos de carácter laboral que se puedan producir fuera de las fronteras de las islas.
Sorprendentemente, el Gobierno canario, lejos de plantear iniciativas para combatir las duras condiciones laborales de los canarios, la ha venido utilizando como señuelo para promover la instalación de empresas foráneas en las islas.
