Todas las acciones que se desarrollen tendrán una duración de 12 meses desde la firma del convenio con la entidad beneficiaria y los participantes deberán ser personas pertenecientes a colectivos de difícil inserción laboral: jóvenes sin formación, mayores de 45 años, parados de larga duración, personas con discapacidad, inmigrantes o mujeres víctimas de violencia de género, entre otros.
Alonso explica que "son proyectos que desarrollan entidades sin animo de lucro y plantean un conjunto de acciones que en un principio van dirigidas a la formación o la obtención de un certificado de profesionalidad en sectores emergentes o en profesiones muy específicas que demanda el mercado laboral en sectores como la hostelería o la industria".
Estos programas experimentales de empleo combinan acciones de diferente naturaleza tales como: información, orientación y asesoramiento; formación, práctica laboral y movilidad geográfica, con la finalidad de conseguir la inserción laboral de las personas que participan.