Este proyecto consta de una fase previa, experimental, de desarrollo y ensayo de un prototipo, y de una segunda fase, precomercial/comercial, a desarrollar en zonas concretas a seleccionar en las caras norte de las islas. A partir de la firma de este convenio y de las perspectivas de la empresa noruega, el ITC presta apoyo técnico en los proyectos que desarrolle Langlee Wave Power, tanto en la fase de I+D como en la precomercial/comercial.
La intención de la empresa es instalar cinco megavatios, que supondrán cerca de 500 empleos. Luengo añade que "con esta firma, el Gobierno de Canarias vuelve a mostrar su interés y apoyo decidido a este proyecto que creará empleo cualificado en las islas y supondrá una alternativa real al elevado costo que otras energías renovables tiene en Canarias dada la particularidad de su territorio.
Por su parte la consejera ha destacado que "Canarias se presenta como un lugar estratégico para el desarrollo del sector renovable marino. Esto significa, que Canarias puede convertirse- a corto plazo- en una empresa exportadora y un referente en este tipo de energía".
El generador se trata de un convertidor semi-sumergido y flotante- de nombre Robusto- que transforma el movimiento de las olas en energía eléctrica. El representante de la empresa, Julius Espedal, explica que "el prototipo aúna los más punteros conocimientos de la tecnología offshore noruega con materiales estándar y de bajo mantenimiento. Precisamente su original diseño permitirá que la mayoría de los componentes puedan fabricarse o ensamblarse aquí, lo que potenciará la industria local y creará mano de obra cualificada en una economía maltrecha como la actual".
Tras dos años de estudios para encontrar la ubicación adecuada, la elección de Canarias se debe a varios factores: profundidad de sus aguas, calidad de un oleaje constante y mínimos riesgos climáticos. La costa norte de las Islas por las condiciones de sus olas, se propone como la localización adecuada para Robusto, que en su primera fase, tendrá una potencia de 100kW. Con unas dimensiones de 15x30 metros, el convertidor se ensambla en tierra para después ser remolcado hasta el punto de instalación donde se anclaría; ensamblándose tantos aparatos como fueran necesarios según las necesidades energéticas a cubrir.
A partir de la firma de este convenio el ITC prestará a la empresa apoyo técnico para el desarrollo del proyecto. Ya hay propuestas para ubicar plantas de generadores en Gran Canaria y Lanzarote. La idea es que estos parques sirvan para el autoabastecimiento de infraestructuras o determinadas zonas de la isla, como puede ser un puerto, una planta desalinizadora o toda una zona turística.
El prototipo Robusto de Langlee pretende probarse a finales de este año en la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) y supondrá un estímulo para la inversión en I+D+i y la atracción de inversores y capital extranjero a Canarias. Precisamente la larga trayectoria en estudios y tecnologías marinas fue otro de los determinantes que Langlee valoró a la hora de elegir Canarias.