Además explicó que su departamento retomará en breve la tramitación de las Directrices de Ordenación del Sector Energético (DOSE), documento pendiente de aprobación por el anterior gobierno, que contiene criterios de ordenación de la demanda energética actual y futura; estrategias para el sector eléctrico, en la desalación y la climatización; así como actuaciones para el ahorro y el uso racional de la energía.
Ortega destacó la gran importancia de las DOSE para avanzar en la penetración de las renovables. Entre las actuaciones previstas citó la disposición de suelo necesario y apto por parte de las instituciones insulares para ubicar las instalaciones de estas energías, el desarrollo de las redes de transporte que permita una mayor inyección de esa fuente a la red, la expansión a otras islas de centrales de hidrobombeo similares a la de El Hierro y el máximo despliegue del autoconsumo en Canarias.
Gas para sustituir al petróleo
Por otra parte, el consejero señaló que "siendo las renovables el objetivo final, la prioridad del Gobierno es garantizar el suministro a ciudadanos y empresas, circunstancia que ni hoy ni a medio plazo es posible con estas fuentes".
En este sentido y en alusión a la implantación del gas en Canarias, agregó que el Ejecutivo canario "no pretende frenar o sustituir las renovables por ningún otro combustible". "Este gobierno –dijo- lo que plantea es que siendo imprescindible una energía de respaldo, incluso con la máxima penetración de renovables, es el gas la fuente convencional más barata y la que menos contamina".
Ortega concluyó que el debate sobre qué energía utilizar para asegurar la cobertura de la demanda eléctrica "no se centra en elegir entre gas y renovables. El debate es introducir el gas o continuar con el petróleo, más sucio y más caro".
En esta línea argumentó que los datos así lo avalan ya que utilizar fuel en las centrales de Gran Canaria y Tenerife supone un sobrecoste anual de 305 millones de euros y la emisión de un 25% adicional de CO2 con respecto al uso del gas.
