En su opinión, este escenario, que incluiría también un mayor desarrollo de otras tecnologías renovables, permitiría una transición suave hacia una economía descarbonizada al tiempo que generaría beneficios macroeconómicos.
La asociación calcula que estos beneficios podrían alcanzar los 13.000 millones de euros en el periodo, principalmente en ahorro de hidrocarburos, al tiempo que se generarían 366.000 puestos de trabajos directos e indirectos.
El viento generaría uno de cada cuatro kilowatios
El escenario central o de "cumplimiento de las expectativas" estima una potencia eólica instalada de 254 GW en 2030, capaz de generar 759 TWh, un 179% más que en la actualidad. La eólica sería así la tecnología con mayor potencia instalada del continente y produciría el 23% de la electricidad, solo superada por el gas (24,9%).
"El sistema eléctrico europeo se aleja de la generación térmica, especialmente el carbón", apunta el informe, que confía en que países como Alemania o Polonia reduzcan su producción de carbón a la mitad y que prácticamente desaparezca en Austria, Bélgica, Hungría, Portugal, Rumanía y Eslovenia.
De acuerdo a los cálculos de EWEA, el escenario central permitiría recortar las emisiones de dióxido de carbono en un 56,9% con respecto al año base, 1990, una cifra que el escenario alto elevaría al 63,7%.
Actualmente, Europa cuenta con 128,8 GW eólicos instalados, que en un año normal de viento genera el 10% de la electricidad.
Para alcanzar los objetivos marcados, el informe aboga por unas políticas públicas que desarrollen planes de energías renovables, racionalicen los procedimientos de autorización, mejoren la legislación de los mercados energéticos y reformen el sistema de compraventa de emisiones.