La Estrategia Energética de Canarias (2015-2025) elaborada por el departamento que dirige Pedro Ortega apuesta, en este sentido, por impulsar el desarrollo de instalaciones hidráulicas de bombeo, como elementos que resultan fundamentales para dotar a los sistemas eléctricos insulares, aislados y de reducido tamaño, de capacidad para responder de manera rápida y segura.
"No solo aumentaría la seguridad del suministro eléctrico sino que también ayudaría a gestionar las energías renovables de carácter intermitente, como la solar, la eólica y la fotovoltaica, lo que a su vez provocaría un menor impacto ambiental y una reducción de costes en los sistemas eléctricos", señaló Pedro Ortega
En este sentido, el Gobierno de Canarias apuesta por promover la instalación de nuevas estaciones de hidrobombeo, además de las tres que ya están autorizadas y recogidas en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020 del Estado, como son la Central hidroeléctrica de Bombeo Soria-Chira, con una potencia de 200MW, y la central hidroeléctrica de Gorona del Viento, de 11,5 MW) que ya está en funcionamiento.
En concreto, la EECan25 recoge la puesta en marcha a partir de 2020 de dos centrales hidroeléctricas de bombeo adicionales, una en Tenerife, con una potencia de 90MW y otra en La Palma, con una potencia de 30MW.
La Estrategia concreta el desarrollo de otras infraestructuras necesarias para garantizar un suministro energético bajo en carbono, diversificado, seguro y de calidad, lo que incluye nuevas interconexiones de los sistemas eléctricos insulares; nuevas instalaciones de generación eléctrica renovables y redes de transporte eléctrico y la implantación del gas natural, además de renovar el parque de generación eléctrica convencional.
Todo ello para alcanzar dos objetivos estratégicos fundamentales recogidos en la EECan25, como son incrementar al 45% la participación de las energías renovables para la generación eléctrica, frente al 8% registrado en 2015 y reducir en un 21% las toneladas de CO2 equivalente respecto a 2014. Al mismo tiempo se prevé mejorar la intensidad energética primaria en un 29%.