Estas cifras ponen en entredicho las ofrecidas ayer por la CEOE-Tenerife al afirmar que la presión fiscal relativa a los tributos que conforman el Bloque de Financiación Canario (IGIC, AIEM e Impuesto de Matriculación) ha aumentado un 60 por ciento en los últimos cuatro años.
El viceconsejero de Hacienda, Jesús Velayos, considera que la metodología empleada por los empresarios "no es la más adecuada ya que toma como base los datos de recaudación por semestres en lugar de utilizar los de ejercicios completos, entre otras inexactitudes". Además – añade – "utilizan como referencia la evolución del PIB sin tener en cuenta la repercusión de los precios".
Por otra parte, los empresarios omiten que la mayor presión fiscal a las familias y a las empresas canarias viene del Estado. El Gobierno central ha subido los impuestos en 30 ocasiones en 16 meses: 5 veces el IRPF, 4 el de Sociedades, 3 los especiales, 2 el IVA, además de crear 12 nuevas tasas. A estos incrementos se añade el aumento en 5 puntos de las cotizaciones máximas a la Seguridad Social.
Según la OCDE, España lidera el aumento de la presión fiscal entre los países de su entorno con especial incidencia en el IRPF y en el Impuesto de Sociedades, siendo este último de los más altos de Europa gravado con un 30% frente al 22,5% de la media. En las Islas, y debido al REF, el marco es bien distinto al permitir a empresas y autónomos importantes deducciones fiscales a cambio de inversión.
Frente al escenario estatal, Canarias mantiene en sus tributos un importante diferencial fiscal con el resto de España. El tipo general del IVA es del 21% y el reducido se sitúa en el 10% a diferencia del IGIC con el 7% y el 3%, respectivamente, mientras que mantiene exentos los productos de primera necesidad.